L. Bruno. “Elecciones europeas 2014. ¿Batalla nacional o europea? El papel de los medios de comunica
Ludovica Bruno Estudiante de postgrado de la Universidad de Catania, Departamento de Ciencia Política
Máster en Política global y Relaciones Euro-mediterráneas (GLOPEM)
Traducción de Alejandro Ciordia Morandeira
Las elecciones europeas de 2014 son las octavas desde 1979, cuando el Parlamento Europeo fue elegido por primera vez. Desde ese año muchas cosas han ocurrido en Europa, por ejemplo, la creación del Mercado Único Europeo en 1986, la caída del Muro de Berlín en 1989, los Acuerdos Schengen en 1995, la introducción del Euro en 2002 , la crisis financiera en 2008, el Tratado de Lisboa en 2009, y el aumento de Estados miembros desde 9 en 1979 a 28 actualmente. Durante los últimos años se han adoptado varias medidas económicas y financieras para fortalecer la economía europea y el control financiero. Por ejemplo, el Pacto por el Euro se adoptó en 2012 para crear un Mecanismo de Estabilidad Europea ; poco después el Tratado de Estabilidad, el ” Pacto Fiscal “, el establecimiento del «primer pilar» de la Unión Bancaria Europea , y muchas otras herramientas de control y regulación financiera.
Es bastante impactante la cantidad de cosas importantes que han cambiado desde las primeras elecciones europeas y la cómo la UE ha evolucionado con el tiempo. Durante estos últimos 35 años, la UE ha consolidado su poder político mediante la asunción de más competencias anteriormente pertenecientes a la soberanía nacional de sus Estados miembros en diferentes ámbitos de legislación. Como resultado los gobiernos nacionales están hoy más unidos entre sí y se ven afectados directamente por la voluntad política y económica de la UE, mientras que los ciudadanos europeos pueden percibir las consecuencias de las políticas de la UE en su vida cotidiana mucho más que antes. Hoy en día las decisiones políticas más importantes con respecto a la economía, el comercio, las finanzas, la seguridad, el desarrollo y la energía se han establecido en primer lugar a nivel europeo y a continuación se aplican a nivel nacional. Las recientes dificultades económicas y financieras que algunos Estados miembros europeos han pasado (los graves casos de Grecia y Chipre, pero también Italia y España), las cuestiones de seguridad (la necesidad de regular los flujos de migración, o para combatir la delincuencia organizada transnacional) y los problemas energéticos sólo se pueden abordar sólo bajo la dirección de la UE. Por ello, los Estados miembros de la UE están presionados para asegurarse la mayor presencia política posible en las instituciones europeas, porque a partir de ese nivel pueden ser parte del principal proceso de toma de decisiones. Esto es particularmente relevante en las elecciones de 2014, ya que las próximas elecciones europeas son las primeras desde que el Tratado de Lisboa está completamente en vigor, lo que dota al Parlamento Europeo y la Comisión de más poder. Por tanto, las próximas elecciones europeas son las más politizadas de la historia y un debate político real está ocurriendo, ya que el próximo Parlamento Europeo elegirá al futuro Presidente de la Comisión Europea.
Los principales actores que participan en estas elecciones son, en primer lugar, los candidatos al Parlamento Europeo de los partidos nacionales, en segundo lugar, los candidatos a la Presidencia de la Comisión Europea y, por último , los ciudadanos europeos. Es importante tener en cuenta que todavía muchos ciudadanos europeos no tienen el conocen suficientemente las instituciones de la UE, sus políticas y sus poderes. En consecuencia se sienten menos apegados a la UE, están menos interesados en el debate político europeo y, por tanto, tienen menos incentivos para votar en las elecciones europeas. Según el Eurobarómetro, los ciudadanos más educados son los más propensos a decir que se sienten unidos a la UE y verse a sí mismos como ciudadanos europeos.
Muchos ciudadanos europeos perciben a la UE como una enorme máquina burocrática que está muy lejos de sus necesidades y que es poco democrática. En 2013, sólo el 39 % de los europeos cree que su voz cuenta en la Unión Europea (Eurobarómetro , 2013) . Este problema tiene varios orígenes. El principal es el déficit democrático de la UE, que el Tratado de Lisboa pretendía resolver. Luego está la escasa educación sobre las estructuras y políticas de la UE; la mayoría de la gente no conoce sus derechos como ciudadanos europeos, cómo funcionan las instituciones de la UE, como la UE ha evolucionado con el tiempo y cuáles son sus competencias. Según un informe del Eurobarómetro de 2013, casi tres cuartas partes de los europeos consideran que en su país la gente está “mal informada” sobre los asuntos europeos. Por último, está la incapacidad de los medios de comunicación nacionales para difundir información adecuada sobre la UE sin contaminarla con temas exclusivamente nacionales. En algunos casos esta confusión de la Unión Europea y el ámbito nacional parece inevitable, teniendo en cuenta que lo que se decide en la UE repercute en la política nacional, pero en otros muchos casos, sería mejor distinguir claramente lo que es europeo y lo que es nacional.
Este último punto es particularmente relevante durante esta campaña electoral europea. Los programas y los objetivos políticos de los partidos nacionales que presentan sus candidatos al PE tienen un doble propósito: por un lado, consolidar el apoyo político nacional de su electorado ; por otro lado, garantizar que sus intereses políticos encontrarán un lugar dentro de las instituciones de la UE. Sin embargo, sus intereses y objetivos políticos no siempre coinciden con los intereses y objetivos de los partidos europeos que están apoyando . Por lo tanto, una vez que los candidatos nacionales se convierten en parlamentarios europeos, sus objetivos políticos se meten en el saco de su respectivo grupo europeo, pero las promesas electorales distarán en muchos casos de las políticas finalmente aprobadas. Así es como funciona, y no hay nada malo en esto, el problema es que ni los políticos nacionales ni los medios nacionales son capaces de explicar estas diferencias. Con demasiada frecuencia los medios de comunicación nacionales se centran en los objetivos políticos nacionales de sus candidatos, olvidándose de informar sobre los programas de los partidos europeos, en particular, de qué forma estos programas pueden afectar a los ciudadanos europeos.
Este es el caso de Italia, donde las elecciones parlamentarias europeas operan como prueba política para el nuevo Gobierno dirigido por Matteo Renzi. Los tres principales partidos italianos (Partito Democratico de Renzi, PD, que apoya el Partido Socialista Europeo con Martin Schulz como candidato a la CE; Movimento Cinque Stelle, M5S, dirigido por Beppe Grillo, que no está adscrito a ningún partido europeo; y por último Forza Italia, FI, liderado por Silvio Berlusconi, integrado en el Partido Popular Europeo, con Jean Claude Juncker como candidato a la CE) están llevando a cabo la campaña como si de un asunto nacional se tratase. El M5S se muestra fuerte contra Renzi, que necesita para obtener un alto porcentaje de los votos con el fin de demostrar que aún tiene un fuerte apoyo electoral tras sus tres primeros meses como primer ministro. Al mismo tiempo, FI está utilizando estos campaña para mantener viva alguna relevancia política.
Parece que es precisamente en los Estados miembros del sur de Europa que han sido más afectados por la crisis económica y política donde las elecciones europeas parecen funcionar más como un referéndum de política nacional que como una verdadera campaña electoral europea. Los medios nacionales no transmiten la información completa sobre los programas electorales europeos, centrándose más en las luchas de los partidos nacionales. En Italia los que quieren acceder a información más detallada sobre los temas europeos sin la contaminación de la política nacional deben buscar en Internet por sí mismos, ver canales de TV especializados , o leer los periódicos internacionales. Quizás los medios de comunicación de masas nacionales no pueden manejar adecuadamente la gran cantidad de información que llega simultáneamente desde el ámbito local, nacional , comunitaria y también internacional. Aunque estas tendencias difieren significativamente entre los Estados miembros, la mayoría de los europeos todavía creen que sus medios de comunicación nacionales dedican a la Unión Europea “más o menos la el tiempo adecuado”. Al mismo tiempo, según el Eurobarómetro, los europeos son más propensos a quejarse de que no hay suficiente cobertura de la UE a que hay demasiada: 28% “muy poco ” para la televisión frente a un 11% “demasiado”; 27% frente a 6% para la radio; 19% frente a 9% para la prensa; y 12% frente a 6% para Internet. Es interesante resaltar que los europeos más educados y que manifiestan un fuerte interés por la política son los más propensos a decir que sus medios de comunicación hablan “muy poco ” sobre la Unión Europea.
La creación de medios de comunicación a nivel europeo es absolutamente necesaria, debe ser parte del proceso de democratización de Europa, ya que un acceso igualitario y completo a la información debe ser la base de un sistema que quiere superar sus déficits democráticos. Obviamente, las elecciones nacionales tienen que ser diferentes en cada Estado miembro, sin embargo, debemos darnos cuenta de que el nuevo Parlamento Europeo será el mismo para todo el mundo y que hay un discurso político europeo que trasciende de los concursos nacionales. Los ciudadanos europeos necesitan estar informados acerca de este discurso formado de políticas, metas, estrategias y problemas europeos.
European Elections 2014: a national or European political competition? The role of the mass media
By Ludovica Bruno
Postgraduate student (preparing for degree) at the University of Catania, Department of Political Science.
Postgraduate course in Global Politics and Euro-Mediterranean Relations (GLOPEM).
The European Elections of 2014 are the 8th since the 1979 when the European Parliament was elected for the first time. Since that year many things have occurred in Europe, for instance, the creation of the European Single Market in 1986, the Fall of the Berlin Wall in 1989, the Schengen Agreements in 1995, the introduction of Euro in 2002, the financial crisis in 2008, the Lisbon Treaty in 2009, and the number of member states have grown from 9 to 28. During the last few years several economic and financial measures have been taken to strengthen the European economy and the financial control. For example the Euro Plus Pact was adopted in 2012 to create a European Stability Mechanism (ESM); then, the Treaty on Stability, the ‘Fiscal Compact’ in 2013, the establishment of the ‘First Pillar’ of Europe’s banking union, and many other financial tools of control and regulation.
It is quite impressive how many important things have changed since the first European Elections, and how much EU has evolved over time. During these last 35 years EU has consolidated its political power by taking away pieces of national sovereignty from its Member States in different political fields. As a result, national governments are today more bound and affected by the EU’s political and economic will, while the European citizens can perceive the consequences of EU policies in their ordinary life much more than they used to. Nowadays the most important political decisions regarding economy, trade, finance, security, development and energy are firstly set at European level and then implemented nationally. The recent economic and financial difficulties that the European member states have gone through (the serious cases of Greece and Cyprus, but also Italy and Spain), the security issues (the need to regulate migration fluxes, or to fight transnational organized crime), and energy problems, can be addressed only under the guidance of the EU. Thus, EU Member States are pressured to ensure their best political presence at the European institutions, because from that level they can be part of the main decision-making process. This is particularly relevant in the 2014 election, since the next European Elections are the first after the Lisbon Treaty is completely enforced, which provides the European Parliament and the Commission with more powers. Thus, next European Elections are the most politicized ever, and a real political debate is occurring due to the fact that the next European Parliament will elect the future President of the European Commission.
The main actors involved in this political competition are, first of all, the candidates at the European Parliament of the national parties and governments, secondly, the candidates at the Presidency of the European Commission and, finally, the European citizens. It is important to notice that there are still many European citizens who have not the proper knowledge on EU institutions, policies, and powers. Consequently, they feel less attached to EU, are less interested on European political debate, and therefore, have fewer incentives to vote on voting to European Elections. According to the Eurobarometer, the more educated citizens are, the most likely to say they feel attached to the EU[1] and to see themselves as European citizens[2].
Many European citizens perceive the EU as a huge bureaucratic machine which is far away from their needs and which is poorly democratic. In 2013, only 39% of Europeans thought that their voice counted in the EU (Eurobarometer, 2013). This problem has several roots, and the main one is the democratic deficit of EU, which the Lisbon Treaty was intended to solve. Then, there is the scarce education on EU structures and policies: most people do not know their rights as European citizens, how EU institutions work, how the EU has evolved over time, which are the EU’s competencies. According to Eurobarometer report in 2013, nearly three quarters of Europeans consider that in their country, people are ‘ill-informed’ about European matters[3]. Finally, there is the incapacity of national media to divulgate adequate information on EU issues without mixing it with national issues. In some cases, merging the European and the national spheres seems necessary considering that EU affects national governance, but in some other cases it would be better to distinguish clearly what is European and what it is national.
This last point is particularly relevant during this European Election Campaign. The programmes and the political goals of the national parties that are presenting their candidates to the EP have a double purpose: on one hand, to consolidate their national political support of their electorate; on the other hand, to guarantee that their political interests will find a place within EU institutions. However, their political interests and goals not always match with the interests and goals of the European Parties they are supporting. Thus, once national candidates become members of the European Parliament, they will put all together their political goals into the ‘box’ of their European group, but the final policies will be different somehow. This is how it works, and there is nothing wrong with this, the problem is that neither the national politicians nor the national media are able to explain such differences. Too often national media focus on the national political goals of their candidates, forgetting to inform about European Parties programmes, and in particular, in which way such programmes can affect European citizens.
This is the case of Italy, where the European Parliamentary Elections operate as political test for the new Government led by Matteo Renzi. The three main Italian parties (Renzi’s Partito Democratico, PD, which supports the Party of European Socialists with Martin Schulz as EC candidate; Movimento Cinque Stelle, M5S, led by Beppe Grillo which is not enrolled in any European Party; and Forza Italia, FI, led by Silvio Berlusconi, integrated in the European People’s Party with Jean Claude Juncker as EC candidate) are undertaking the campaign as it was a national matter. The M5S is showing its muscles against Renzi, who needs to obtain a high percentage of the ballots in order to demonstrate that he still has a strong electoral support after his first three months as Prime Minister. At the same time, FI is using these campaign to keep alive some political relevance.
It seems that it is precisely in those Southern European Member States that have been roughly hit by the economic and political crisis where the European Elections seem to function more as a national political test than as a real European electoral campaign. The national media does not transmit complete information about European electoral programmes, focusing more on the national parties struggle. In Italy those who want to learn more detailed information on European topics without the contamination of national politics must search on Internet by themselves, watch specialized TV channels, or read international newspapers. Perhaps national mass media cannot manage properly the big quantity of information coming from the local, national, communitarian and also international arena. Even if these trends differ significantly among Member States, a majority of Europeans still believe that their national media talk about the European Union “about the right amount”. At the same time, according to the Eurobarometer, Europeans are more likely to complain that there is too little coverage of the European Union than too much: 28% “too little” for television vs. 11% “too much”; 27% vs. 6% for radio; 19% vs. 9% for the press; and 12% vs. 6% for the Internet. Interestingly, Europeans who are more educated and have a strong interest in politics are more likely to say that their media talk “too little” about the European Union[4].
The creation of European-wide mass media is seriously needed: it should be part of the European democratization process, because an equal and complete access to information must be at the basis of a system that wishes to overcome its democratic deficits. Obviously, the national selection processes need to differ in each Member State. However, we must realize that the new European Parliament will be the same for everyone and that there is an European political discourse that transcends from the national contests. European citizens need to be informed about this discourse, made of European policies, goals, strategies and problems.
[1] European Parliament Eurobarometer (EB79.5) – ‘ONE YEAR TO GO UNTIL THE 2014 EUROPEAN ELECTIONS’ (Institutional Part) – Brussels 2013 – p. 9
[2] Standard Eurobarometer 80 -Autumn 2013 – EUROPEAN CITIZENSHIP – 30
[3] Standard Eurobarometer 80 -Autumn 2013 – MEDIA USE – p. 33.
[4] Standard Eurobarometer 80 -Autumn 2013 – MEDIA USE – p. 52.
Website sources:
Europa.EU: http://europa.eu/about-eu/eu-history/
European Parliament Eurobarometer (EB79.5) – ‘ONE YEAR TO GO UNTIL THE 2014 EUROPEAN ELECTIONS’ (Institutional Part) – Brussels 2013 – TNS Opinion: http://www.europarl.europa.eu/pdf/eurobarometre/2013/election/synth_finale_en.pdf
Granero Giancarlo, ttp://www.ilfattoquotidiano.it/2014/02/27/elezionieuropee-documentatevi-nonostante-la-disinformazione/894029/ - “Il Fatto Quotidiano Blog” - 27/02/ 2014.
Signorelli Andrea, http://www.polisblog.it/post/221913/elezioni-europee-2014-italia - “Polis Blog” – 7/04/2014
Guerra Alessandro, http://www.polisblog.it/post/221965/elezioni-europee2014-spagna – “Polis Blog” – 9/04/2014.
Standard Eurobarometer 80 -Autumn 2013 – MEDIA USE:
http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/eb/eb80/eb80_media_en.pdf
Standard Eurobarometer 80 -Autumn 2013 – EUROPEAN CITIZENSHIP: http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/eb/eb80/eb80_citizen_en.pdf
22 de mayo de 2014