ENTREVISTAS – Angel Campos: “Los CIEs son una especie de agujero negro”
Inés Pina García-Galán
Guillermo Kreiman Seguer
Ángel Campos empezó hace 3 años como voluntario en Pueblos Unidos. Conoció el trabajo de atención directa y de promoción integral que realiza Pueblos Unidos con la población migrante y le interesó especialmente la labor de acompañamiento y defensa de aquellos que son internados en los CIE para su expulsión. También porque vio que no se quedaban sólo ahí, sino que buscaban la sensibilización social y la denuncia de la injusticia y la deshumanización de esos centros.
Después de un año de trabajo como voluntario del Grupo de visitas, yendo dos mañanas a la semana al CIE, se hizo cargo también de la coordinación del Grupo.
Como coordinador, asigna las visitas a cada uno de los 12 voluntarios del Grupo, recibe sus informes y traslada a los abogados que les asesoran aquellos casos y situaciones que requieren un asesoramiento o atención especial, bien contactando con sus abogados, bien trasladando quejas a los juzgados de control o a la oficina del Defensor del Pueblo.
PREGUNTA: Sabemos que Pueblos Unidos es una entidad que trabaja por la población migrante, ¿que función realizáis en relación con los CIEs?
RESPUESTA: Somos un área de actividad dentro de Pueblos Unidos, y trabajamos en el CIE de Aluche. En concreto realizamos visitas a las personas que están internas en el centro. Les acompañamos física y psicológicamente, pero no nos quedamos solo ahí, tratamos de ayudarles a que conozcan su situación jurídica y sus posibilidades de defensa. También estamos vigilantes ante sus condiciones de internamiento y tratamos de denunciar cualquier irregularidad o vulneración de sus derechos . Les ayudamos a entrar en contacto con sus abogados, de los que muchas veces no saben ni quienes son y, en la medida que ellos nos piden, intentamos orientarles, dado que el derecho de extranjería es una rama muy específica y no todos los abogados son especialistas en ella.
P: ¿Cómo han vivido la evolución de este proyecto desde que se creó?
R: Iniciamos las visitas en 2010, practicamente coincidiendo con la apertura del CIE de Aluche. En un principio se hacían en el turno de tarde, coincidiendo con el turno de familiares y amigos que tenían derecho a una visita corta por la tarde de 20 o 30 minutos, con cristaleras entre medias, y a cada lado del cristal un teléfono por el que hablan, como si fuera una cárcel, aunque aquello no debería ser nunca una cárcel.
Posteriormente conseguimos, gracias a los Juzgados de Control, que las ONG tuvieran acceso directo al centro para visitar a los internos fuera de ese horario y desde hace unos años podemos visitarles también por las mañanas, en horario de diez a una. Les vemos en los locutorios , con la mampara de cristal abierta y sin limitación de tiempo.
"Desde hace unos años podemos visitarles también por las mañanas, en los locutorios, con la mampara de cristal abierta y sin limitación de tiempo”
P: ¿Cómo es el día a día para un interno dentro del CIE?
R: El día a día es terriblemente duro, aburrido y monótono. Además de que no saben por qué están encerrados allí, ni cual va a ser su futuro inmediato, los internos sufren un horario bastante estricto, pero en el que no existen prácticamente actividades de ocio ni oportunidad de trabajo ni distracción alguna.
Como las instalaciones no tienen capacidad para todos, tienen un horario repartido en espejo. El CIE de Madrid está repartido en cuatro módulos situados en dos plantas. Los primeros dos módulos bajan a desayunar a las 8.30 y después bajan al patio, donde están unas cuatro horas y luego van al comedor. Después de comer van a sus habitaciones, mejor dicho celdas si evitamos los eufemismos, y ahí pasan el resto del dia, hasta que bajan a cenar y vuelven a la celda.
Los otros dos módulos hacen lo contrario. Después de desayunar a las 9:00, la pasan la mañana en sus celdas y es por la tarde, después de comer, cuando salen al patio. En sus celdas, sólo pueden estar tumbados en la cama, sin nada que hacer salvo dejar pasar el tiempo. Se establece en el Reglamento que se aprobó en Marzo que deben tener una serie de actividades de ocio a su disposición, pero a día de hoy no existen.
"El día a día es terriblemente duro, aburrido y monótono”
P: En relación con el Real Decreto 162/2014, que entró en vigor en Marzo y regula los CIEs, ¿ha habido algún cambio desde su entrada en vigor?
R: A día de hoy no hemos observado ninguna modificación, es cierto que el propio reglamento establece un plazo de un año para hacer las dotaciones económicas necesarias que favorezcan los cambios organizativos y de instalaciones, por lo que no sabemos si se está trabajando en ello, pero a día de hoy, ocho meses después de su aprobación no hemos observado ningún cambio.
Y lo cierto es que estamos deseando ver estos cambios porque, a pesar de que no es un reglamento ni mucho menos óptimo, por lo menos introduce algunas mejoras en el funcionamiento del centro, en su organización, en actividades para los internos, en la mejora de servicios médicos y de atención sanitaria, en el cumplimiento de una serie de libros de registros y procedimientos de información a los internos de su situación legal y su expediente…. Por lo menos no es la indefinición, desionformación y arbitrariedad que hay ahora.
"A día de hoy, ocho meses después de la aprobación del Reglamento de los CIE no hemos observado ningún cambio”
P: El reglamento enumera una serie de derechos de los internos, pero teniendo en cuenta que, en ocasiones se trata de personas recién llegadas, que no sabe mucho español y no conocen muy bien el ordenamiento jurídico español, ¿existe protección efectiva de los derechos de los internos?
R: Muchas veces no. Hay que tener en cuenta que los CIEs vienen definidos en la Ley como instituciones NO penitenciarias en los que el único derecho que puede restringirse es el de libertad de movimiento. No está de más recordar que se trata de personas que, por el hecho de no tener papeles, no han cometido ningún delito. El hecho de no tener papeles es una falta administrativa como puede ser el conducir sin carné, y a nadie se le detiene por conducir sin carné, ni se le interna en un centro.
Nosotros, a parte de acompañarles, lo que queremos vigilar es que se respeten los derechos de estas personas. Lo cierto es que la Ley de Extranjería española es una ley bastante garantista. De hecho el internamiento se contempla en la propia ley como una medida excepcional, para personas a las que no se les ha podido aplicar otra serie de medidas previas (multas, citaciones periódicas en comisaría…) o se han aplicado y no han funcionado.
Pero en la práctica, la policía a través de las unidades de extranjería solicitan desde un primer momento al juez el internamiento, alegando que no son viables las medidas alternativas y argumentando cualquier motivo como la falta de arraigo o de domicilio conocido, ocultando muchas veces su domicilio real, en el que están empadronados y la fuerte situación de arraigo en España de estas personas, que muchas veces están viendo aquí durante más de 20 años y con fuertes vínculos familiares aquí, hijos menores a su cargo, etc. El problema es que la mayoría de las veces se les nombra un abogado de oficio que en el momento de la vista no puede aportar todos los documentos necesarios que lo demuestren porque no ha tenido tiempo para recopilarlos y por lo tanto el Juez suele decretar el internamiento.
"Nuestro objetivo es sobre todo, a parte de acompañarles, hacer un seguimiento muy especial de personas que están en el CIE y que no tendrían que haber ingresado nunca”
A partir de ahí, empieza el drama de desesperanza y de aislamiento que supone el internamiento. Los CIEs son una especie de agujero negro, donde se encuentran bastante incomunicados y con muchas dificultades para contactar con sus familiares, amigos, ONG… No se les deja utilizar sus teléfonos móviles ni por tanto acceder a sus agendas telefónicas. No pueden utilizar internet, ni el correo electrónico. ¿Es esto respetar sus derechos? Cuando vamos a verles intentamos ponerles en contacto con sus abogados, y en bastantes casos se llega a demostrar todas estas circunstancias de arraigo. Pero nosotros sólo vemos a una minoría de los internos. El año pasado por ejemplo, visitamos a unos 130 internos, lo que supone aproximadamente el 10% de la población que pasó por el CIE.
Como tú bien dices, muchos de ellos no hablan bien el idioma, no conoce la legislación de extranjería española, ni los plazos para recurrir los expedientes de expulsión, no saben que el abogado que les pusieron en la vista de internamiento no es el mismo que debe recurrir una orden de expulsión. Es un tema legal muy complejo que no es fácil conocer bien, bueno, para ellos es casi imposible. Entonces es fácil entender que se producen muchas situaciones de indefensión legal.
Nuestro objetivo es sobre todo, a parte de acompañarles, hacer un seguimiento muy especial de personas que están en el CIE y que no tendrían que haber estado nunca porque en aplicación de la Ley de Extranjería y de la propia circular dictada en julio de este mismo año por la Dirección General de la Policía, reúnen requisitos suficientes para que no se les hubiera dictado el internamiento. Y por otro lado queremos asegurar el respeto a unas condiciones de internamiento dignas y ajustadas a derecho, porque los CIEs son espacios de mucha impunidad, espacios donde, aunque no de forma generalizada, se producen agresiones por parte de determinados agentes que no son perseguidas por el resto ni por sus mandos, maltrato verbal, deficiencias en la atención médica, trato indigno… Muchas situaciones que son denunciables. Ya no es solo es bastante grave el hecho de que no tengan que estar ahí, es que además se vulneran sistemáticamente derechos que tienen estas personas.
"Los CIEs son espacios de mucha impunidad, espacios donde, aunque no de forma generalizada, se producen agresiones por parte de determinados agentes que no son perseguidas por el resto ni por sus mandos, maltrato verbal, deficiencias en la atención médica, trato indigno…”
Como por ejemplo el derecho de comunicación, como te decía antes, no pueden utilizar sus teléfonos móviles, no pueden acceder a internet, tienen restringidas como te decía las visitas de los familiares. A veces vienen a verles sus mujeres e hijos desde más de 600 km y llegada la media hora de visita sólo dejan acceder a un familiar al locutorio. Cuando vemos a algún interno que ha estado detenido y cumplido condena (por ejemplo por mantero) en alguna cárcel nos dicen que prefieren un mes en la cárcel que una semana ahí, porque en la cárcel tienen actividades, tienen mucho mayor respeto de los derechos, y tienen muy claro lo que pueden hacer y lo que no.
Fotografía: Jesús G. Pastor
P: Nos comentas que se trata de un espacio de impunidad, ¿Se dan con mucha frecuencia los casos de abusos dentro del CIE?
R: Sí, hay muchísimas vulneraciones y bastante trato deshumanizado. Algunas graves. Por ejemplo, los internos llevan más de un mes sin poder salir al patio a tomar el aire ni el sol porque se están realizando unas obras. Aunque es cierto, y quiero que quede claro que ni mucho menos se trata de todos los policías, que hay muy buenos profesionales ahí, los propios internos nos dicen que hay muchos policías que les tratan muy correctamente. Pero hay algunos, nos dicen textualmente, que “ya solamente cuando les oimos por el altavoz por la mañana y reconocemos su voz, ya ese dia todo el mundo está nervioso porque sabe que con esas personas vamos a tener problemas, porque se nos dirigen de forma despreciativa, y no solamente verbalmente…”
En el Informe de Pueblos Unidos encontrareís mucha información sobre casos de vulneraciones.
Sobre todo en los traslados al aeropuerto para expulsarles, en los cuales la gente esta lógicamente nerviosa porque ve que su intento de lograr una vida mejor, para ellos y para sus familias, que dependen del poco dinero que les envían desde aquí, se ve truncado y regresan a la frustración y mucha gente se resiste. Ellos van atados y no tienen posibilidad de ejercer ninguna violencia. Se ponen a gritar, dicen que es injusto que se les devuelva… pues ahí hay palizas, sobre todo si van en un vuelo comercial y consiguen que el comandante el avión no autorice su subida a bordo. En esos casos, es raro el que no te dice que le han golpeado, a pesar de ir atados e inmovilizados. No es en todos los casos, por supuesto, pero son relatos que nos hacen con relativa frecuencia y muy difíciles de demostrar y denunciar.
"Sí, hay muchísimas vulneraciones y bastante trato deshumanizado”
P: Nos contaba Margarita Martínez Escamilla en la entrevista el caso dramático de las devoluciones exprés, ¿Podría contarnos algo más sobre este tema?
R: Es una práctica cada vez más generalizada, mucha gente es expulsada sin pasar por el CIE, y esto es un limbo legal, donde no se conocen ni las circunstancias, y donde muy especialmente se están vulnerando derechos de esas personas. Según los propios datos oficiales, en el año pasado, 4.726 personas fueron expulsadas de España desde los Centros de Internamiento (CIE) y 6.462 directamente desde comisarías, aprovechando las 72 horas de detención.
Hay dos formas de realizar las expulsiones, se pueden hacer o bien mediante un vuelo comercial, a destinos que no son muy frecuentes o con países con los que que no hay acuerdo de devolución, en cuyo caso se compran billetes, para el interno y para los policías que le acompañan; o pueden ser en vuelos macro, que son vuelos que contrata la Dirección General de Policía a través de una compañía aerea para fletar vuelos especiales de repatriación.
Son vuelos que cargan en una zona apartada del aeropuerto de Barajas y donde solo van inmigrantes que van a ser expulsados y policías. Esos vuelos están perfectamente programadados, y son conocidos por la policía, que avisa a sus brigadas provinciales de cuando va a haber un vuelo, con el objetivo de que el vuelo vaya lo más lleno posible. Pongamos por ejemplo que vaya a haber un vuelo a Senegal. Creemos que no por casualidad, el CIE se llena en los días previos de senegaleses que van a ser expulsados en ese vuelo. Nos tememos que se producen redadas de claro perfil racial, redadas racistas, para tratar de llenar el vuelo. Si les detienen con antelación, solicitan al juez su ingreso en el CIE , pero si les detienen dentro de las 72 horas previas al vuelo, que les permite la ley tenerles en comisaría, van directamente de comisaría a Barajas.
"Mucha gente es expulsada sin pasar por el CIE, y esto es un limbo legal, donde no se conocen ni las circunstancias, y donde muy especialmente se están vulnerando derechos de esas personas”
La vulneración del derecho de defensa es evidente y grave, no sólo por el reducido plazo que tienen para poder recurrir su expulsión. Aún más grave es que la mayoría de veces no tienen posibilidad de hablar en ese plazo con su abogado, por lo que se ve muy limitado el derecho de defensa. Hay que tener en cuenta que si ha pasado un tiempo desde que se decretó la orden de expulsión de estas personas, muchas veces han cambiado las cisrcunstancias (como puede ser el matrimonio con un ciudadano español, haber tenido hijos en España…) que permitirían recurrir y revocar esas órdenes de expulsión. Si les llevas desde comisaría al avión, sin que hable con su abogado, no puede probar todas estas circunstancias y conseguir que esa orden se revoque.
Estas devoluciones exprés son totalmente vulneradoras del derecho de defensa. Ahora mismo, por ejemplo, yo estoy visitando a 8 senegaleses de los más de 30 que ahora mismo están internados en el CIE. Qué casualidad que haya tantos. No es normal que el porcentaje de senegaleses en el CIE sea tan alto. Estamos esperando que haya un vuelo macro a Senegal en los próximos días. Hoy mismo un interno nos ha enseñado un Auto en el que el juzgado accede la la petición de prórroga del internamiento que le ha solicitado la policía, con el argumento de que habrá un vuelo a Senegal el día 20 ó 21 de noviembre.
Es decir, que en origen ya hay una actitud racista en las redadas, porque se va buscando gente de un determinado perfil para llenar el vuelo más próximo. Esto es ilegal. La policía lo niega sistemáticamente, pero las evidencias están ahí.
Pero es que, además, nos han llegado noticias de gente que por ejemplo tiene la obligación de presentarse periódicamente en comisaría, por tener dictada una resolución de expulsión por su situación de indocumentado, y sabiendo que esas personas eran nacionales del lugar al que viajaba el vuelo más próximo que se tenía que llenar, les citan en la comisaría para firmar algo y les detienen en ese momento y les meten en un vuelo. Se llega hasta ese punto de sofisticación.
Ese tema nos tiene muy muy preocupados, se vulnera de manera flagrante el derecho de defensa.
"Ya nos estábamos esperando que hubiera un próximo vuelo a Senegal y hoy mismo hemos visto informaciones de un juzgado de que el día 20 o 21 de noviembre probablemente habrá uno”
P: ¿Cómo puede justificarse el hecho de que solo se expulse a aproximadamente el 50% de la gente?
R: O menos. Nosotros perseguimos situaciones de gente que esta ahí y que claramente no debería estar. Ese 50% de la gente a la que no se puede expulsar nunca debió llegar a entrar. Recientemente se ha dictado una circular de la Dirección General de Policía, la 6/2014, a las brigadas provinciales de extranjería, instruyendo para que las solicitudes de internamiento se soliciten atendiendo a las circunstancias personales de los internos (arraigo en España, situación familiar, etc..) y a las posibilidades reales de poder ser expulsados. Lamentablemente la propia circular no se dicta en aras a cumplir mejor la legalidad, sino porque, tal y como se cita, las plazas en los CIEs son limitadas. Lo óptimo hubiera sido que se dictara con la intención de cumplir la ley, pero solo dice que como no hay mucho sitio en los CIEs vamos a ser eficaces.
Como digo, la circular establece que solo se solicite el internamiento de personas que puedan llegar a ser expulsadas. Y es que aquí llegan chicos, sobre todo los que llegan del CETI de Ceuta o Melilla y llevan poco tiempo, que son de países con los que no hay acuerdo de expulsión, o de los que ni siquiera existe oficina consular en Madrid que pudiera documentar a esa persona para que pueda ser expulsado. Porque claro, puedes detener a una persona, pero si no tiene pasaporte ni ninguna documentación no puedes meterle en un vuelo sin una autorización de entrada en el país.¿Para qué se le interna en el CIE durante 60 días si no se le puede expulsar y vas a dejarlo finalmente en libertad? Pues este caso se da mucho.
"Lamentablemente la propia circular no se dicta en aras a cumplir mejor la legalidad, sino porque, tal y como cita, las plazas en los CIEs son limitadas”
Así que, como bien dices, menos del 50% de las personas que ingresan en el CIE son expulsadas, bien porque no han conseguido documentarles en los 60 dias que tienen de internamiento, o bien porque no han conseguido completar el expediente, o porque ha prosperado algún recurso de los abogados ya sea contra el internamiento o contra la expulsión.
Resulta alarmante y muy llamativo. Es evidente que se abusa del internamiento como medida cautelar.
P: ¿Cuáles son los objetivos de Pueblos Unidos en relación con este tema a corto y largo plazo?
R: Nosotros abogamos claramente por el cierre de los CIEs, nuestra idea es que son centros que no deberian existir, son cárceles racistas en las que en una mayoría de ocasiones se interna a personas sin haber cometido ningún tipo de delito, nada más que una falta administrativa.
Mientras conseguimos este objetivo, pedimos claramente que se respete la Ley -esa Ley que tantas veces se invoca desde el Estado para justificar determinadas acciones-, que se respeten los Autos de los juzgados de control, que sean un espacio de dignidad y no de vulneración de derechos. Que se extremen los controles para que solamente lleguen al CIE las personas que cumplan los objetivos fijados en la Ley de Extranjeria para que pudieran llegar a ser expulsados (personas con antecedentes penales graves, con condenas por violencia de genero…). Como medida a corto plazo por lo tanto, que se extremen los controles para que los CIEs cumplan exclusivamente esa función.
"[Los CIEs] son centros que no deberían existir, son cárceles racistas en las que en una mayoría de ocasiones se interna a personas sin haber cometido ningún tipo de delito”
Y por supuesto controlar y mejorar las condiciones de internamiento para que se respete la dignidad y los derechos humanos de los internos. Nosotros conocemos mejor el CIE de Madrid en el que en los últimos años se han conseguido mejoras, gracias a que ha habido jueces de control muy activos en dictar autos en contra de vulneraciones de derechos y mejora de las normas de funcionamiento, y a la actividad de las organizaciones que visitamos allí. Por ejemplo el reciente Auto dictado por el Juzgado nº 6 de Madrid en funciones e control del CIE, que, en relación con lo sucedido el pasado día 1 de octubre en el CIE de Madrid, concluye que no se respeta la dignidad de las personas que están ahí internadas porque. Ante la sospecha de un interno con síntomas de ébola, se tuvo encerrados 17 horas en las celdas al resto de internos, sin comer, sin ducharse, sin informarles de lo que estaba pasando, mientras veían a los policías fuera con mascarillas. Eso no es trato digno ni humanitario. Se puede decir más alto, pero no más claro.
"Ante la sospecha de un interno con síntomas de ébola, se tuvo encerrados 17 horas en las celdas al resto de internos, sin comer, sin ducharse, sin informarles de lo que estaba pasando”
Tampoco es de recibo que no exista una triste sala de enfermería para atender a los internos, son cosas tan flagrantes de vulneración de derechos.
Pero nos llegan noticias muy preocupantes de otros CIEs en los que se impide o dificulta al máximo hasta la entrada de las ONG. ¿Qué estará pasando allí para que no quieran que se vea?
17 de noviembre de 2014