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R. Sanz. "Árabes israelíes: En la encrucijada por el cambio político".

Ramón Sanz

Foto: Mujer palestina frente a un anuncio electoral de la Lista Conjunta en una localidad del norte de Israel. Fuente: Haaretz


Uno de los grupos sociales más olvidados en el conflicto árabe-israelí es el colectivo de los ciudadanos israelíes de origen árabe, que suman más de un quinto de la población de Israel. Durante décadas apenas han ocupado titulares más allá de aquellos relacionados con ataques terroristas o declaraciones draconianas de algún político de línea más extravagante, pero durante los últimos meses la sociedad israelí está siendo testigo de su despertar político, quizás como último recurso para frenar un statu quo cuyo aguante está agonizando. De acuerdo con una encuesta del pasado mes de Noviembre, solamente el 9% de los árabes israelíes se siente en plano de igualdad dentro del estado (1).


Existen diferentes denominaciones para referirse a este grupo formado por más de 1,7 millones de individuos, el 20,7% de la población del país según el último informe publicado hace escasos días por la Oficina Israelí de Estadística (2). Esto se debe también a la difícil situación identitaria en la que se encuentran, siendo por un lado parte inalienable de la nación palestina, y por otro siendo ciudadanos en su propia tierra de un estado que les trata como una “minoría nacional”. Dentro de la parte del mundo que reconoce al Estado de Israel (161 de 193 países), el término que más se emplea para describir a este grupo es el de “árabes israelíes”. Sin embargo, también hay quienes prefieren emplear el término “Palestinos del 48”, haciendo referencia al origen histórico de su situación, como el de aquellos palestinos que permanecieron en “los territorios de 1948”, manera indirecta de referirse a Israel (3).


Los árabes israelíes son los actuales descendientes de aquellos palestinos que permanecieron en el territorio de lo que luego sería el Estado de Israel después del enfrentamiento de 1948-1949, entre el naciente estado judío y los ejércitos de Jordania, Egipto, Siria e Iraq. Las razones de su permanencia dentro de las fronteras de Israel, así como las de la nakba, el éxodo de más de 700.000 palestinos que quedaron desplazados fuera del territorio de Israel (4), son aún motivo de acaloradas discusiones políticas e históricas que por su extraordinaria dimensión e importancia no son objeto a tratar en este artículo.


El Israel saliente de la guerra contaba con una población total de 1,17 millones, de los cuales 159,1 mil (13,5% de la población total) eran árabes (5). La Ley de Nacionalidad de 1952, nombrada numerosas veces como “Ley de Retorno” al garantizar la ciudadanía israelí a todos aquellos judíos que decidieran emigrar a Israel, daba en su artículo 3 la ciudadanía a todos aquellos que, citando a la ley, “fueran ciudadanos palestinos inmediatamente antes del establecimiento del Estado, y no son ciudadanos de Israel por el artículo 2” (6). En otras palabras, naturalizaba a todos los palestinos que habían permanecido en Israel y, como establece el precepto, se encontraran registrados en el censo de población antes del 1 de marzo de 1952.


Sin embargo, pese a la concesión de la ciudadanía, los árabes israelíes se enfrentaron a situaciones realmente discriminatorias. Para empezar, la población árabe se mantuvo bajo jurisdicción militar hasta 1966, haciendo rutinarias las detenciones administrativas o la denegación de permisos de viaje. Las situaciones de desigualdad material han puesto en evidencia a lo largo de las últimas décadas la supuesta igualdad formal defendida en su Declaración de Independencia y su ordenamiento constitucional (7). Estas muestras de desigualdad son denunciadas reiteradamente por organizaciones para la defensa de los derechos civiles en Israel, como ACRI o Adalah (8), cuyos informes merece la pena consultar para constatar esta situación. En materia de participación política y voto de los árabes, durante las primeras décadas de Israel, se llegó a alcanzar una participación del 90%, en las elecciones de 1955. Esta tendencia se mantuvo en torno al 75% hasta las elecciones de 1999. Sin embargo, y sobre todo a raíz de la Segunda Intifada (2000), el voto árabe se desplomó, llegando a rozar el 53% en las elecciones de 2009 (9), formando grupos muy minoritarios y fragmentados con apenas visibilidad en la knésset –órgano legislativo israelí- y en la sociedad israelí en general.


Sin embargo, una inoportuna ley electoral aprobada a comienzos de 2014 a propuesta del partido derechista de Lieberman, Yisra’el Beitenu, para elevar el umbral de entrada en la Knésset del 2% al 3,25% (10), forzará el cambio en la situación de la política árabe en Israel. Inicialmente esta propuesta pretendía poner aún más difícil el acceso de los minoritarios y fragmentados partidos árabes al parlamento israelí, teniendo en cuenta que la lista árabe más votada en 2013, Ta’al, obtuvo únicamente el 3,65% de los votos. Por tanto, de repetirse las condiciones y resultados en las próximas elecciones, los otros partidos árabes –Hadash, Ra’am y Balad- se quedarían fuera.


Tras el anuncio calculado de nuevas elecciones para marzo de 2015 por parte del Primer Ministro Netanyahu, y en contra de lo que todos esperaban, los cuatro partidos árabes –de ideologías bastante dispares, incluyendo el partido comunista Hadash- anunciaron que concurrirían en una lista única, con el objetivo de superar la nueva barrera electoral (11). El cabeza de lista sería Ayman Odeh, un joven abogado de Haifa, de espíritu prudente y respetuoso, pero con el respaldo de una sólida carrera en defensa de los derechos civiles de los árabes en Israel (12).


Desde entonces, la artificiosa mezcla política surgida de este acuerdo se ha esforzado por dar una imagen de fuerza y unión, apelando a la necesidad de cambiar las cosas, de demostrar que los árabes de Israel sí están unidos y tienen la capacidad de introducir sus asuntos en la agenda del país, y siempre con un espíritu constructivo pero sin olvidar la justicia e igualdad que reclaman. El propio Odeh, en un artículo que publicó en The Guardian, dirá que “los ciudadanos árabes de Israel están entre los pioneros de la resistencia civil en el mundo”, a la vez que reconoce el derecho del pueblo judío a su autodeterminación en el Estado de Israel (13).


De esta manera, la Lista Conjunta concurrió con fuerza y con la cabeza bien alta a las elecciones del 17 de marzo, frente al miedo de la derecha israelí, de la que no faltaron pésimas declaraciones como las de Lieberman o Netanyahu, llegando a suplicar ilegalmente a sus seguidores en plena jornada electoral que acudieran a las urnas para frenar a los votantes árabes, que “estaban siendo llevados en masa a los colegios electorales”. Las extravagantes situaciones que tuvieron lugar durante el 17-M y su víspera (14) darían para escribir varios artículos más.


A la mañana siguiente, los resultados hablaron por sí solos: La lista Conjunta se convirtió en tercera fuerza política de Israel, capturando un 10,5% de los votos. El porcentaje de participación entre los árabes se elevó del 56% en 2013 al 63,5% (15), recuperando valores próximos a los anteriores a la Segunda Intifada. El divertido mundo de las conjeturas post-electorales no descartó que la Lista Conjunta liderara la oposición, pero de lo que no cabe duda alguna es del nuevo e incómodo papel que la minoría árabe pasaría a tomar en la política israelí. Después de permanecer silenciados durante décadas, sus trece diputados lo tienen claro.


Recién inaugurada la nueva Knésset, y en unas semanas en las que los Genocidios armenio y judío ocupaban parte de la actualidad –el 16 de abril se conmemoró el setenta aniversario del Holocausto, y el 21 de este mismo mes la comunidad armenia marcó el centenario de la masacre llevada a cabo por los Nacionalistas Turcos – Ayman Odeh tocó la fibra sensible de los israelíes judíos y aprovechó para lanzar un simbólico mensaje a la élite política de Israel: “Para aprender de las lecciones del Holocausto, debemos pelear el racismo y la persecución de las minorías, y eso no está pasando en nuestro país” (16).


Por si esto no fuera poco, decenas de miles de árabes tomaron la pasada semana la simbólica plaza Rabin de Tel Aviv, lugar estrella de protesta cívica en Israel y en la que rara vez se habían enarbolado banderas palestinas, para protestar contra las demoliciones de viviendas en aldeas árabes no reconocidas oficialmente por el Estado (17). Este hecho es realmente significativo, ya que traslada la imagen del descontento de los tradicionales y marginales enfrentamientos en Umm al-Fahm a la movilización ciudadana masiva más propia de la Plaza Rabin, el corazón sentimental de la política israelí. La población palestina es consciente de que tiene igual derecho a reclamar justicia frente a las arbitrarias decisiones de la política de vivienda que el que tenían sus conciudadanos judíos en las protestas de Occupy Rotschild de 2011. Esto no es sino una muestra más del aire fresco que políticamente se respira en la comunidad árabe de Israel.


Foto: Manifestación del pasado 28 de Abril en Tel Aviv. Fuente: Haaretz.


En conclusión, los ciudadanos árabes de Israel están cansados de pelear por conseguir un pleno reconocimiento de sus derechos civiles más allá del papel, sin que su voz sea apenas escuchada. Esta nueva etapa política que se inaugura supone un pequeño y valiente empujón a una labor de resistencia civil incesante desde hace décadas, empujón que será necesario para hacer frente al nuevo gobierno que construya el todopoderoso “Bibi” –apodo de Netanyahu-. La igualdad en el papel no vale absolutamente nada si la arbitrariedad de las decisiones gubernamentales queda avalada por todo el aparato institucional. Y eso es lo que 446.583 votantes israelíes han asumido que hay que cambiar.


Sobre el autor:

Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas, se considera un viajero incondicional, amigo de los planes tranquilos y de las conversaciones interesantes. Oriente Próximo es su verdadera vocación. Cursó estudios académicos sobre política, narrativas e identidades colectivas en la Universidad Hebrea de Jerusalén, ciudad que le ha proporcionado una segunda identidad, y a la que vuelve siempre que puede. También fue voluntario en una excavación arqueológica. Le encanta pasear, fotografiar y aprender lenguas raras.



Bibliografía



(2) Informe de la Oficina Israelí de Estadística del 21 de Abril de 2015 (en Hebreo) http://www1.cbs.gov.il/reader/newhodaot/hodaa_template.html?hodaa=201511099


(3) Entrevista a Wisam Afifa, editor-jefe del periódico oficial de Hamás en la revista de actualidad “+972 magazine” http://972mag.com/interview-what-hamas-media-thinks-of-israeli-elections/104299/


(4) Sobre los refugiados palestinos de 1948, “Who are the Palestine refugees” en la página oficial de UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) http://www.unrwa.org/palestine-refugees


(5) Sobre la situación demográfica de Israel en 1949 http://israelipalestinian.procon.org/view.resource.php?resourceID=000636


(6) Ley de Nacionalidad Israelí de 1952 http://www.refworld.org/docid/3ae6b4ec20.html


(7) La Declaración de Independencia de Israel de 1948, disponible en la página del Ministerio de Exteriores http://www.mfa.gov.il/mfa/foreignpolicy/peace/guide/pages/declaration%20of%20establishment%20of%20state%20of%20israel.aspx


(8) Sobre la desigualdad entre ciuadanos judíos y árabes en Israel, consultar el informe “inequality report” de Adalah, ONG israelí para la defensa legal de la población palestina dentro de Israel. http://www.adalah.org/uploads/oldfiles/features/misc/Inequality_Report.pdf


(9) Tendencias en el porcentaje de voto árabe en Israel, en The Israel Democracy Institute http://en.idi.org.il/analysis/articles/participation-abstention-and-boycott-trends-in-arab-voter-turnout-in-israeli-elections


(10) Sobre la propuesta de Yisra’el Beitenu de elevar el umbral de entrada a la Knésset al 3,25%, en Haaretz http://www.haaretz.com/news/national/.premium-1.579106


(11) Sobre el anuncio en Nazaret de una Lista Única árabe en enero de 2015 http://972mag.com/arab-parties-announce-joint-knesset-list-for-upcoming-election/101708/



(13) “With israeli arabs united, this election can bring positive change to everybody” Artículo publicado por Ayman Odeh en The Guardian http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/mar/16/israeli-election-arabs-united-joint-list



(15) Resultado de las elecciones del 17 de marzo http://blogs.timesofisrael.com/israeli-election-result-in-graphics/


(16) Declaraciones de Ayman Odeh sobre el Holocausto, en Haaretz http://www.haaretz.com/news/national/.premium-1.653396


(17) Sobre la manifestación del 28 de abril en Tel Aviv, en +972 magazine http://972mag.com/photos-thousands-protest-policy-of-home-demolitions-in-tel-aviv/106055/





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