M. Dumont. "¿Negrofobia en Sudáfrica? Veamos…"
Malembe Dumont
La lucha de Nelson Mandela contra el apartheid culminaría con la independencia y fin del brutal régimen racista en Sudáfrica (1994), situación que producirá la transformación del país en símbolo de la lucha anticolonial y del movimiento “no racista” a nivel mundial; siendo además, junto con Nigeria, en la actualidad, la gran potencia africana.
Desde finales de la década de los 90 a los 2000, nos dice Itziar Ruiz-Giménez, directora del Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid, se producen importantes cambios que van a transformar a África en la región más joven del mundo. Este crecimiento poblacional va a generar enormes desplazamientos y a su vez importantes retos para los dirigentes africanos, sobre todo en lo que se refiere a la absorción de la inmigración. En este marco, Sudáfrica se ha convertido en uno de los principales destinos para inmigrantes de países colindantes como República Democrática del Congo, Zimbabue o Malawi[1]. Esta situación ha dado lugar al estallido de una enorme violencia y rechazo contra estas poblaciones por parte de la sociedad civil negra sudafricana; el más reciente tendrá lugar, dicen, a partir de unas declaraciones del rey de los zulúes, Godwill Zwelithini, después de que pidiera a los inmigrantes que se fueran a sus países[2], declaraciones que han acabado provocando una auténtica persecución denominada por algunos como “ataques negrofóbicos o xenofóbicos”.
Pero, ¿qué entendemos por negrofobia? “Para Frantz Fanon la “negrofobia” es el conjunto de comportamientos por el que los negros, después de identificarse y de interiorizar el racismo de los blancos, se vuelven contra los propios negros”, tal y como afirma Francoise Héirier [3]; o dicho de otra manera, y en palabras de Shiva Naipaul, el esclavo quiere ante todo parecerse al colono, desea su reconocimiento y su aprobación; su odio, su crueldad, su maldad, no son más que una adoración pervertida de lo que pasó un tiempo atrás, “el esclavo, por tanto, es un conservador nato” [4]. ¿Explica esto los ataques negrofóbicos?
El mensaje desde luego no es de dominio del norte. “El discurso justificativo empieza con los estereotipos habituales- son más oscuros que nosotros, nos roban nuestros empleos, no nos respetan, son utilizados por blancos que prefieren explotarles a ellos antes que a nosotros, evitando así los requisitos de discriminación positiva”, nos dice el historiador camerunés Achille Mbembe[5]. Entonces, ¿es la lógica económica nacional la que justifica este atentado a los derechos humanos y la vida de los inmigrantes? Si esta fuese la explicación, quitando la expresión “son más oscuros que nosotros”, tendría más lógica que la respuesta hubiese sido un ataque hacia el blanco “ex-racista”, que hace un tiempo llega a su casa como invitado y no sólo se queda con ella, sino que además buscará echarles de la misma bajo un régimen de represión racial. Lo cierto es que un 24% de paro no justifica estos ataques. Un análisis del Consorcio de Migraciones y Trabajo de Investigación, que examina el impacto de los movimientos migratorios en Sudáfrica, afirma que lo que se ha dicho o reproducido hasta el momento ha estado basado en mitos, cosas dichas de oído o anécdotas, ya que la población sudafricana no tenía información como para poder realizar esas afirmaciones. Según los datos que han registrado, entre la población activa residente en Sudáfrica con edades entre 15 y 64 años, sólo un 4% son “inmigrantes de origen internacional”; entre ellos, un 79% son africanos, un 17% blancos y casi un 4% indios o asiáticos[6].
Por ello, se debe tener en cuenta que en este tipo de procesos no sólo influyen factores nacionales, como el paro, o regionales, como la inmigración, sino también internacionales. Tal y como nos cuenta Ruiz-Giménez, a partir de los acontecimientos del 11-S de 2001 se inicia un proceso de seguritización donde adquiere un papel extraordinariamente importante la lucha contra el terrorismo internacional. En este proceso de búsqueda de seguridad por parte de los estados occidentales, se empieza a vincular la ayuda de la cooperación al desarrollo a la lucha contra el terrorismo; proceso que dará lugar a que la inmigración se acabe militarizando, se seguritiza, y se construye como una amenaza nacional e internacional. Todo esto se puede sumar a "la conversión de los inmigrantes en chivos expiatorios de la sociedad sudafricana” [7], por ejemplo, y esto produce que ya no sea solo la lógica económica la que conlleve a estas actitudes, sino también una lógica de resistencia por parte de los sudafricanos, al ver que el negro inmigrante se convierte no sólo en una amenaza para la seguridad nacional, sino también para la suya propia [8] . “No saben cómo hacer frente a los problemas y buscan chivos expiatorios, que son los extranjeros, los más débiles”, añade Rebolo a Misna que dirige la revista Worldwide en Sudáfrica.
En el negro, tal y como decía Frantz Fanon, “el objeto tiene que tener ciertas características que despierten repulsión y temor”[10]. Es evidente que no se puede negar la existencia de ataques negrofóbicos, pero también es necesario tener en cuenta que la construcción del inmigrante como amenaza por parte de los actores internacionales, regionales y nacionales, y las grandes desigualdades existentes en el país, han ayudado a que se produzca esta eclosión racista. Lo que también resulta bastante irónico es la respuesta por parte de la población blanca sudafricana “ex-racista”, manifestando su rechazo contra un régimen que no hace tanto tiempo habían apoyado.
Pero no todo está siendo negativo. Las respuestas que están teniendo lugar en Sudáfrica, tanto por una buena parte de la sociedad civil, como de las autoridades, ha sido y está siendo muy positiva. Desde la salida de miles de personas a la calle en Durban, uno de los lugares donde se han producido más agresiones, este 24 de abril para manifestar su repulsión frente a la xenofobia, al enfrentamiento de la policía a decenas de personas que pedían a los extranjeros, la mayoría de ellos africanos, que se fueran de su país[11]. No sólo eso, África en los últimos tiempos ha sido centro de una auténtica revolución tecnológica, donde el número de usuarios de redes sociales y conexiones telefónicas crece desmesuradamente”[12], contrariamente a lo que se pueda creer. Los expertos afriman que el siglo XXI será africano. En el continente hoy ya hay una circulación de 67 millones de smartphones y en 2025 habrá 360 millones, según Casa África[13].
Prueba de es ello es el lanzamiento por parte del Ministro de Ciencia y Tecnología, Natedi Pandor, de una aplicación móvil para apoyar al gobierno en sus esfuerzos contra los ataques a extranjeros. Lanzada este mes de abril en Pretoria, la capital, la aplicación “We are Africa”, cuyos fabricantes, Tchisseke Vicente y Herve Ntubi, provienen de Angola y República Democrática del Congo respectivamente, y que además es gratuita, tiene como objetivo proporcionar una plataforma, por un lado, para que los ciudadanos muestren su apoyo a la campaña contra los ataques xenófobos, y por otro, para que el usuario pueda reportar cualquier incidente violento o incitación al uso de la violencia contra los inmigrantes[4]. Este esfuerzo se está produciendo también a nivel regional, ya que no sólo está dirigido hacia sudafricanos.
Las lógicas que pueden llegar a explicar estos ataques negrofóbicos no pueden ser, pues, tan simplistas, ya que los acontecimientos de este calibre tienen detrás una historia más compleja de la que se señala en los medios. Por un lado, hemos visto que estos factores, aunque nunca justificativos, no sólo son nacionales, como el paro, sino también regionales como la inmigración, e internacionales, mediante la seguritización del continente tras la caída de la torres gemelas en 2001. Por otro lado, la intención de este artículo es poder mostrar en un pequeño espacio esa parte positiva que existe en el África subsahariana, y que por desgracia prácticamente no se conoce en Occidente, al llenarse nuestros medios de comunicación de noticias con el mismo tinte negativo de siempre sobre el continente negro.
[1] Itziar Ruiz-Giménez.
[2] Gonzalo Gómez, 'Los últimos ataques xenófobos en Sudáfrica por unas declaraciones', Blog mundo negro digital ¿qué está pasando en Africa?, posteado el 10 de abril de 2015, http://www.mundonegrodigital.es/mnd/10-04-2015/ultimos-ataques-xenofobos-sudafrica-por-unas-declaraciones.
[3] Francoise Héirier '¿Por qué recordar?' (Cover: Ediciones Granica S.A, 2002),152.
[4] Shiva Naiupaul, Al norte del sur: un viaje por África, (Barcelona: Marbot Ediciones, 2011) ,110.
[5] Vanesa Anaya, 'La xenofobia en Sudáfrica vista desde el arte' (sitio web), Wiriko org, posteado el 23 de abril de 2015, http://www.wiriko.org/artes-visuales/xenofobia-sudafrica-vista-arte/
[6] Gonzalo Gómez, 'Manifestación contra la xenofobia en Sudáfrica', Blog mundo negro digital ¿qué está pasando en Africa?, posteado el 10 de abril de 2015, http://www.mundonegrodigital.es/mnd/17-04-2015/manifestacion-contra-xenofobia-sudafrica.
[7] Itziar Ruiz-Giménez.
[8] Gonzalo Gómez, 'Manifestación contra la xenofobia en Sudáfrica'.
[9] Foto: Wiriko.org.
[10] Frantz Fanon, 'Piel negra, máscaras blancas', (Madrid: Ediciones Akal, 2009), 277-8.
[11] Gonzalo Gómez, Manifestación contra la xenofobia en Sudáfrica.
[12] Itziar Ruiz Giménez.
[13] Sentido Global, http://sentidoglobal.com/la-revolucion-tecnologica-del-siglo-xxi-se-fragua-en-africa/
[14] Negronews, Actualidad de Sudáfrica, la aplicación “We are Africa, para contener los ataques de xenofobia (sitio web), posteado el 26 de abril de 2015, http://negronews.fr/2015/04/26/actualite-afrique-du-sud-lapplication-we-are-africa-pour-contrer-les-attaques-xenophobes/* Traducción autora.
[15] Foto: Negronews.
Sobre la autora:
Malembe Dumont Copero es estudiante de Ciencias Políticas en la UAM. Viajera incansable, con experiencia en voluntariado internacional (Mozambique, por ahora), espera algún día recorrer el mundo dedicándose a la protección de los derechos humanos, en especial a los niños, el futuro. Extraños intereses: perderse en China comunicándose solo con signos o leer en la Gran Muralla "Raíces", sobre la historia de la esclavitud en África.