J. Caballero. "Israel-Palestina. El statu quo frente a la solución de dos Estados." Parte
Jaime Caballero Mendizabal
PARTE III: Estrategias de Occidente
En las primeras entrega atendimos al contexto del conflicto israelí-palestino, lo que es imprescindible para poder entender la paleta de grises y contradicciones en la que nos movemos al tratar este asunto. Ahora es tiempo de concentrarnos en las estrategias que Occidente, pero más específicamente la UE, ha de considerar si quiere ser un actor relevante y pilotar el conflicto hacia buen puerto. Este articulo viene motivado por los movimientos del gobierno sueco, al reconocer el Estado Palestino, la reunión entre Abu Mazen[1] y el Papa Francisco, y las posturas de la nueva Alta Representante Europea para Asuntos Exteriores Federica Mogherini de acercamiento a la opción sueca; pero también por las tensiones entre Obama y Netanyahu, que han generado comentarios sobre la no tan imposible abstención estadounidense en una hipotética votación en la ONU sobre la cuestión Palestina, ya que Netanyahu es el campeón del statu quo y Obama podría alterarlo fastidiando al primer ministro israelí y ampliando su legado más allá del acercamiento con Cuba y el acuerdo nuclear con Irán.
El debate sobre la solución de dos Estados lleva tiempo enquistado en el dibujo de la frontera y la gestión de los lugares santos como la Tumba de los Patriarcas de Hebrón y la ciudad santa de Jerusalén. Si Europa y Occidente pretenden alterar el statu quo deben dejar a un lado estos asuntos y centrarse en desenmarañar un sistema de relaciones de poder y de beneficio económico entre Israel y Palestina que es el caldo de cultivo ideal de todo tipo de corruptelas y que impide que cualquier idea de progreso y paz cristalice, ya que choca contra los intereses económicos de todos los actores.
Federica Mogherini junto a Benjamín Netanyahu durante la visita oficial a Israel en Mayo de 2015. Fuente: I24news
Europa debería presionar a Israel para que cediese la gestión de los territorios ocupados a las autoridades civiles. Ha de ser la Knesset[2] quien tenga que validar los cambios en la configuración de la gestión del territorio, y no la firma de un jefe militar en base a “cuestiones tácticas de defensa”. De este modo se reducirían las injusticias cometidas por el IDF[3] sobre la población cisjordana. Europa y EEUU deben implementar medidas que desincentiven la creación de más asentamientos en territorio ocupado y ayuden a terminar de escorar la política israelí hacia los múltiples problemas internos, como el alto coste de la vida. Sin embargo por paradójico que parezca quizás la mejor manera de controlar el crecimiento de asentamientos de colonización con carácter político radical sea adquiriendo poder en su desarrollo. Habitualmente se habla de la necesidad de establecer confianza entre palestinos e israelíes para poder alcanzar la paz. Europa no puede pretender tener un papel protagonista a la hora de forzar esta confianza, esto corresponde únicamente a los que viven en la zona en conflicto. Sin embargo Europa sí tiene capacidad de afianzar sus vínculos con los actores, tiene que intensificar las relaciones bilaterales tanto con Israel como con Palestina. Europa tiene la imperiosa necesidad de activar políticas de “softpower” debilitando el discurso extremista de las derechas judías, atrayendo a los colonos y a las clases medias fuera del discurso radical de Eretz Israel[4] ayudándoles a apreciar los valores de democracia y justicia social por encima de los de odio, miedo y desconfianza. Solo ejerciendo influencia directa e indirecta en el desarrollo de los territorios en disputa puede Europa alterar el statu quo. Solo invirtiendo inteligentemente y sin intermediarios, creando trabajo y riqueza y ayudando a que los productos de Cisjordania, tanto la ocupada como la “libre” salgan al mercado internacional, a poder ser al europeo, podrá Europa adquirir una relevancia y una influencia capaz de alterar la red de relaciones de poder económico y político que se ha venido tejiendo lentamente. Nada de bancos de cooperación y desarrollo, fondos de inversión y fondos de cohesión es lo que demanda la paz. Dado que la fuerza la ejerce Israel y que los partidos de derecha radical son los que tienen la sartén por el mango, la prioridad es ganarse a su electorado, no animarle a subirse a Masada[5]. Lograr que la palabra “colono” deje de significar extremista racista nacionalista y pase a significar cosmopolita comprometido con Tel Aviv, o algo parecido. Por supuesto que esto traerá dilemas sobre el dibujo del mapa de un futuro Estado palestino, pero partir con el plano ya dibujado es la peor forma de enfrentarse a la realidad. Israel jamás volverá a las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días. Aunque entregasen los Altos del Golán a los sirios como prometió Yitzhak Rabin o pretendió Netanyahu Judea y Samaria ya no son renunciables, al menos no en su totalidad. En la Unión Europea se ha planteado recientemente el establecimiento de un etiquetado identificando aquellos productos que proceden de “territorios ocupados”. Este tipo de medidas son contraproducentes especialmente para la propia UE pero también para israelíes y palestinos. Facilitar el boicot de productos israelíes a los europeos no servirá para fortalecer los lazos entre Israel y la Unión, todo lo contrario, dará alas al discurso nacionalista y victimista de la derecha israelí minando cualquier capacidad seria de influencia, y fortalecerá a los palestinos radicales en la búsqueda de una victoria sobre “el ocupante sionista” debilitando así a los moderados.
En lo que se refiere a Palestina, las bien motivadas intenciones de Mogherini corren el riesgo de ser contraproducentes a corto plazo e hipotecar su éxito a largo plazo. Una vez reconocido el Estado palestino libre de la tutela israelí, ¿cuál sería el valor de su economía y de su moneda? Se dispararían los niveles de corrupción, en la medida de lo posible. Palestina tendría dificultades para proporcionar oportunidades a una población excesivamente joven, y el desamparo alimentaría al monstruo del radicalismo y la inestabilidad que ya se extiende por la región. Por ello es muy importante la gestión adecuada de los fondos de ayuda al desarrollo para crear una base económica independiente que permita pensar en una economía propia con capacidad de ejercer de motor del país, un sistema empresarial distinto del pequeño agricultor y el bazar. La gestión de estos fondos ha de estar alejada de los organismos de poder de Al Fatah para garantizar que llegan de verdad a los proyectos de formación de una clase media diversificada que facilite la creación de una sociedad civil plural, y no un sistema de partido único encubierto que haga de filtro y tapón de radicales a cambio de dádivas. Actualmente muchísimo dinero se queda en la construcción de inutilidades[6] que son un pozo sin fondo de corrupción, algo así como las rotondas en España. Gracias a esto se ha logrado que el mayor enemigo de los palestinos sean sus líderes y no Israel.
Calle de la Luna, casco histórico de Belén. Proyecto financiado por Cooperación Española. Completamente desierta en día de mercado. Fuente: Jaime Caballero Mendizabal
En cuanto a la posible voluntad de Obama de fastidiar a Netanyahu, conviene pensar en el consenso entre Israel y China para establecer un acuerdo de libre comercio, que se suma a los acuerdos firmados en 2014 sobre ciencia y tecnología. Creer que EEUU arriesgaría su influencia en Israel en favor de China es jugar una carta muy cara, y más con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina ya que se hipotecaría el triunfo demócrata. En este contexto cualquier acción por parte de la UE podría suponer un menoscabo de las relaciones comerciales y por tanto de influencia política y estratégica en seguridad. Si EEUU quiere jugar al palo y la zanahoria con Bibi[7] puede ser interesante, pero Mogherini debería tener mucho cuidado de encargarse demasiado de ser el palo. Un ejemplo es el cambio de etiquetado que acabo de mencionar, ya que como represalia puede potenciar que el trato diplomático con Israel se realice exclusivamente país a país, dificultando que Europa supere su condición de “enano diplomático”, ¿qué mejor caramelo para los grandes colosos de la geopolítica como los americanos, los rusos, o los chinos?.
Netanyahu vive enamorado del statu quo y por ahora tiene la sartén cogida por el mango, ya que los israelíes no temen la exclusión. Israel es una de las naciones más resilientes de la tierra, de hecho la existencia del Estado de Israel se fundamenta en la capacidad de no necesitar a nadie más que al IDF para garantizar la supervivencia del judaísmo. Ir en su contra sería un gran error, hay que acompañarles y demostrarles que la supervivencia del judaísmo requiere de un Israel laico, justo, y democrático, con un Estado de derecho fuerte. Ahora bien, pese a que alterar el statu quo es necesario, si se hace reconociendo a un Estado palestino que no está preparado para existir y en un contexto geopolítico desfavorable, se estaría empezando la casa por el tejado. La defensa de la Solución de dos Estados es defendida como la única solución viable para garantizar que Israel se mantenga como un Estado de derecho democrático y evitar la deriva derechista que de fermentar puede llevar a crear una sociedad oficialmente segregacionista y antidemocrática, una suerte de Sudáfrica del Apartheid. Por tanto la Solución de dos Estados es necesaria, pero hay que llegar a ella de forma natural y orgánica hay que convertirla en una consecuencia, no en una imposición, y para ello es necesario alterar las relaciones económicas y de poder existentes. La paz no requiere que judíos y palestinos empiecen a amarse, solo que cambien sus intereses.
Notas:
[1] Abu Mazen, también conocido como Mahmoud Abbas, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, y líder de Al Fatah.
[2] Knesset: Parlamento Israelí.
[3] IDF, “Israel Defense Forces “. Siglas en ingles por las que se conoce a las fuerzas armadas israelíes.
[4] Idea bíblica de la tierra de Israel que abarcaría gran parte de oriente medio “del Nilo al Eufrates” Genesis 15:18. Actualmente solo defendido por los sectores más radicales del judaísmo.
[5] MASADA: Fortaleza Judía en lo alto de una montaña a la orilla del Mar Muerto asediada por las legiones romanas entre el 37 y el 31 A.C. Actualmente representa en el imaginario judío la antítesis del Holocausto, la lucha hasta la muerte por la existencia y la dignidad.
[6] Infórmense sobre la Calle de la Luna de Belén financiada por fondos de cooperación española.
[7] Apodo por el que se conoce a Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel.
Referencias:
Artículos:
-Alandete. D (19 – 04- 2015). Los ministros europeos buscan etiquetas específicas para los asentamientos judíos. El País. Desde: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/19/actualidad/1366375755_749041.html
-Berti. B (16 – 03 – 2015). En busca de la estabilidad: el enfoque de Israel hacia Oriente Medio. Policy Brief nº121. Fride. Desde: http://fride.org/publication/1254/seeking-stability:-israel's-approach-to-the-middle-east-and-north-africa
-Conversaciones en la Fundación (5 – 12 – 2014). Shlomo Ben-Ami con Antonio San José. Fundación Juan March. Desde: http://www.march.es/conferencias/detalle.aspx?p1=2&p5=100069
-Ravid. B ( 21 – 10 – 2012 ). Netanyahu told Assad: I'm ready to discuss Golan withdrawal, if you cut Iran, Hezbollah ties. Haaretz. Desde: http://www.haaretz.com/blogs/diplomania/netanyahu-told-assad-i-m-ready-to-discuss-golan-withdrawal-if-you-cut-iran-hezbollah-ties.premium-1.469714
Libros:
-Bastenier. M.A (2002). Israel-Palestina La casa de la guerra. Madrid, Santillana.
-Bayoumi. M, Rubin. A (Edits) (2000) The Edward Said Reader. Toronto, Vintage.
-Ben-Ami. S (1999). Israel, entre la guerra y la paz. Barcelona, Ediciones B
-Gitlin.T, Leibovitz. L (2010). Chosen Peoples, America, Israel and the ordeals of divine election. Nueva York, Simon & Schuster.
-Klatzmann. J (1981) Colección ELCANO la geografía y sus problemas: Israel. Barcelona, Ariel.
-Oren. M.B (2003). La Guerra de los Seis Días. Barcelona, Ariel.
-Oz. A (2007) Una Historia de amor y oscuridad. Madrid, Siruela.
-Said. E. W (2002) Orientalismo. Madrid, Debate.
-Senor. D, Singer. S (2013) Start-Up Nation, La historia del milagro económico de Israel. Madrid, Nagrela Editores.
-Lapierre. D, Collins. L (2008). Oh Jerusalén. Barcelona, booket (texto original: 1971)
-Uris. L (1973 ) Exodo. Barcelona, Circulo de Lectores (texto original :1958)
-Weizman. E (2012) A través de los muros, cómo el ejército israelí se apropió de la teoría crítica postmoderna y reinventó la guerra urbana. Madrid, Errata naturae.