ENTREVISTAS - Noelia Vera Ruiz-Herrera: "Sin periodismo de calidad no hay salud democrática&quo
Guillermo Kreiman Seguer
Álvaro Monsó Gil
Amanda Terrón García
Noelia Vera (Cádiz, 1985) periodista y candidata a diputada por Podemos para las próximas elecciones generales. Ya desde los 14 años mostraba interés por el periodismo y presentaba un programa sobre actualidad en la radio local de su ciudad. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado en numerosos medios de comunicación como Telemadrid, CNN+ o Agencia EFE. En la actualidad es responsable de redacción y presentadora de La Tuerka. Desde Ágora, hemos tenido la oportunidad de conocer de primera mano la opinión acerca de la situación actual de los medios de comunicación de una periodista con gran experiencia en el sector, la cual responde de forma clara y sin evasivas a todas las preguntas que le hemos planteado.
PREGUNTA: Sabemos por su trayectoria que ha entrado en contacto con varios medios de comunicación de este país (Telemadrid, La Tuerka, Agencia Efe, CNN +,) y por ello queríamos preguntarte: ¿Cuál es tu opinión acerca del estado actual de la libertad de prensa en España?
RESPUESTA: Hemos ido dando pasos hacia atrás en los últimos años. Reporteros sin Fronteras sitúa a España en el puesto 33 en la clasificación mundial cuando hablamos del respeto al pluralismo y la independencia de los medios, la seguridad y el respeto a la libertad de los periodistas. Esto significa estar por detrás de países como Namibia, Ghana o Surinam. Mal resultado, sin duda. Y además hay evidencias claras de este retroceso tanto dentro, como fuera de las redacciones.
Ahora tenemos que convivir con una Ley de Seguridad Ciudadana, por ejemplo, que limita la libertad de expresión y reunión de los ciudadanos, pero que afecta también de forma directa al trabajo de los periodistas. Te pongo ejemplos concretos: a la hora de cubrir manifestaciones hay que ponerse un chaleco que te identifique como profesional de la información ante las fuerzas de seguridad. Lejos de protegernos, esto lo que provoca es que no se nos permita acercarnos con libertad al centro de la noticia para impedirnos, así, que se tomen imágenes que dejen constancia de los posibles abusos contra los derechos humanos. Otro ejemplo: en los últimos años hemos presenciado cómo se llevaban detenidos a periodistas o cómo eran agredidos a pesar de tener su identificación oficial de la FAPE acusados de formar parte de disturbios. Esto, hasta hace poco, parecía impensable que ocurriera en un país democrático como es España. Más: requisas de material audiovisual o imposiciones para borrar lo grabado.
Por otro lado, los periodistas llevamos muchos años denunciando la locura que supone cubrir ruedas de prensa de representantes políticos sin preguntas. Más grave aún: hemos asistido a comparecencias en las que se nos hablaba a través de una televisión de plasma. ¿Qué información podemos darle a los ciudadanos más allá de los comunicados oficiales de los gobernantes de turno? No puede haber libertad de prensa así.
"Los periodistas llevamos muchos años denunciando la locura que supone cubrir ruedas de prensa de representantes políticos sin preguntas"
En cuanto a la independencia de los medios queda claro también que no la hay. Tenemos un ejemplo vigente en estos meses con la cobertura de las negociaciones casi secretas que se están llevando a cabo en la Unión Europea para aprobar el Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP). Es un acuerdo que beneficia a las grandes multinacionales y que deja de lado los intereses de la ciudadanía. ¿Qué libertad pueden tener los medios de comunicación generalistas para informar sobre esto cuando sus principales inversores son los principales beneficiados también de ese acuerdo? El resultado: la ciudadanía lleva meses sin saber bien qué es el TTIP. Mientras tanto, son los independientes los que hacen este trabajo.
Estos son algunos ejemplos concretos, pero leemos comunicados de compañeros periodistas con mucha frecuencia que denuncian también las coacciones a su trabajo dentro de las redacciones: cambios de titulares, selección de temas de forma interesada, omisiones interesadas. Manipulación, en definitiva. Y lo que es más grave, en medios públicos que son de todos y para todos. Sin periodismo de calidad no hay salud democrática. Tenemos mucho que mejorar en este sentido.
P: Como redactora y presentadora de un programa de debate y divulgación política, ¿cuál sería tu modelo de financiación para garantizar la independencia política de un medio de comunicación? ¿Qué problemas o ventajas crees que tiene la financiación pública?
R: Tenemos que diferenciar. El programa que yo presento es un programa privado e independiente que se difunde en Internet. Cualquier medio privado puede funcionar como quiera mientras cumpla la ley. Me preocupa, más que otra cuestión, lo que pasa en los medios de comunicación públicos que son de todos. Hay que asegurar su independencia, claramente. No puede ser que la televisión pública, como está pasando con TVE o con Telemadrid, sea un instrumento mediático del poder de turno. En España hay más libertad de expresión en medios privados y eso es para hacérselo mirar, sin duda. A nosotros nos gusta observar atentamente a la BBC porque sabemos que es un ejemplo de deontología profesional y que demuestra que se puede hacer periodismo de calidad desde lo público. Yo creo que el modelo mixto de financiación actual está bien. El problema es la gestión. Estaría bien contar con una financiación estable y suficiente a través de la fórmula de los contratos-programa, es decir, con que se cumpla la actual legislación se estarían haciendo las cosas bien.
"A nosotros nos gusta observar atentamente a la BBC [...] demuestra que se puede hacer periodismo de calidad desde lo público"
P: Siguiendo con la anterior pregunta, ¿ha sido para ‘La Tuerka’ un obstáculo o un constreñimiento la procedencia de su financiación de cara a la imparcialidad con la que se abordan determinados debates indudablemente ideologizados?
R: No, para nada. De todas formas creo que aquí hay cosas distintas que se están mezclando. La Tuerka, desde su nacimiento, fue un medio independiente. Siempre rechazamos la posibilidad de contar con publicidad convencional precisamente para no sentirnos atados a los intereses de nadie. No puedes hablar de El Corte Inglés para hacer una crítica si El Corte Inglés te da x cantidad de dinero al mes por anunciarles. Nosotros nos hemos financiado a través de productos audiovisuales. Hemos hecho documentales, hemos hecho spots electorales para los partidos que nos lo contrataron, hemos hecho coberturas para medios externos que nos lo pedían. Y además, hemos contado con las aportaciones personales, voluntarias y esporádicas de nuestros dos directores. Finalmente nos hemos constituido como una cooperativa de trabajadores para garantizar precisamente nuestra independencia. Todo esto nos ha dado para vivir con lo justito, pero de forma digna. Que nuestra línea editorial esté claramente marcada es otra cosa. Somos un medio privado y, como tal, podemos tener una forma de pensar clara. Lo que no hacemos es engañar a nadie, quien nos ve sabe cómo pensamos y ya habrá en la mesa de tertulia algún invitado con otra ideología para compensar y enriquecer el debate. Precisamente por eso, en mi humilde opinión, nos han atacado a nosotros cuando han querido desprestigiar a Podemos. El equipo de La Tuerka milita en La Tuerka. Todos los que trabajamos en el proyecto nos consideramos activistas o militantes políticos y La Tuerka es nuestro canal de difusión. Eso significa que nos importa más la labor social que hacemos que lo que ganamos. No queremos hacernos ricos, queremos echar una mano y hacer cosas que, desde nuestro punto de vista, ayudan a la salud de la democracia y al empoderamiento ciudadano. Cuando el poder se da cuenta de que no es el dinero lo que te importa, se desorienta y te ataca.
"Cuando el poder se da cuenta de que no es el dinero lo que te importa, se desorienta y te ataca"
P: ¿Cuál crees que debería ser el papel del Estado en la regulación de los medios de comunicación privados? ¿Qué nivel de intervención estatal es deseable para garantizar el derecho de acceso a la información, reverso del derecho a la libertad de expresión?
R: Creo que cuantos más medios privados haya, mejor para todos. Es sano que existan medios de comunicación distintos, que garanticen por su mera existencia la pluralidad de una sociedad que es muy rica y es muy diversa y que tiene ideas políticas distintas. La situación actual es limitada porque existen tres grandes grupos mediáticos que tienen en su poder casi toda la oferta y creo que tendrían que haber más protagonistas mediáticos para fomentar debates sanos. En cuanto al papel del Estado en esa regulación, en mi opinión tendría que ver con garantizar que los contenidos respeten los derechos humanos de todas y de todos: que no existan contenidos homófobos, sexistas, racistas, etc. El Estado tendría que hacer una supervisión de mínimos en ese sentido.
"Cuantos más medios privados haya, mejor para todos. Es sano que existan medios de comunicación distintos, que garanticen por su mera existencia la pluralidad"
P: ¿Puede el encasillamiento ideológico convertir programas de análisis político como ‘La Tuerka’, ‘El Gato al Agua’, ‘Al Rojo Vivo’, ‘El Cascabel’ y otros, en meros ‘productos de consumo’ televisivos alejados de la ética periodística?
R: Nos gustaría poder compararnos en La Tuerka con programas como los que mencionas, pero no podemos. Somos un proyecto independiente que se difunde en Internet porque no hemos accedido a las grandes cadenas televisivas. En ese sentido, todo es diferente y no nos podemos comparar. Por otro lado, y es una opinión personal, lo que hacemos tiene más que ver con la comunicación y el análisis que con el periodismo. En nuestro caso, que es el que mejor conozco, no nacemos para ser un “producto de consumo”, sino para conseguir unos objetivos muy claros. Uno tiene que ver con dar voz a personas y a temas que, por lo que hemos hablado anteriormente, no encuentran un espacio en las televisiones generalistas. Ahora, cada vez más medios apuestan por estos temas porque han entendido que hay que hablar de lo que le preocupa a la gente, y nos encanta, pero cuando nacimos nosotros éramos de las poquitas cámaras que podías ver en una manifestación o tratando cómo afectaba la crisis y las políticas de austeridad a la gente. Otro tiene que ver con la divulgación política. A medida que hemos ido madurando, hemos incorporado formatos más televisivos, pero seguimos manteniendo un lenguaje más académico que mediático. Lo llamamos “el estilo Tuerka”. No verás a tertulianos gritándose, ni insultándose, ni haciendo análisis vacíos de asuntos que tienen una importancia incalculable para nuestras vidas. Usamos otros ritmos para dar herramientas a quienes nos ven para entender lo que está pasando desde sus contextos, no solo desde la inmediatez que imponen las actuales formas de comunicación. Nos gusta ver cada vez más tertulias políticas en televisión, eso nos demuestra que quienes pusieron en marcha La Tuerka no iban muy desencaminados, sin embargo, creo que nuestro estilo y nuestro contenido poco tiene que ver con el resto de tertulias que mencionas. No aspirar a ganar mucho dinero ni a tener audiencias gigantescas hace que nos alejemos mucho aún de ser un producto de consumo.
"Usamos otros ritmos para dar herramientas a quienes nos ven para entender lo que está pasando desde sus contextos, no solo desde la inmediatez que imponen las actuales formas de comunicación"
P: Un tema en el que se ha hecho mucho énfasis desde La Tuerka es la escasa imparcialidad con la que se abordan los procesos de cambio político que a lo largo de las últimas décadas han transformado Latinoamérica. ¿En qué se manifiesta y qué crees que puede provocar esta parcialidad?
R: El año pasado hicimos junto con Paz con Dignidad un documental titulado ‘Una mosca en una botella de Coca Cola’ que habla muy bien de este tema y que os recomiendo. El título tiene que ver con que bueno, una puede hablar de lo que hacen los políticos, señalar incluso al Rey si lo hace mal, pero ojo: no digas en tu medio de comunicación que te encontraste una mosca en el refresco porque en poquitas horas la financiación por publicidad se irá y además, serás despedido. El problema de la desinformación en este sentido tiene que ver con los intereses de los grandes grupos empresariales españoles, que son dueños también de gran parte de los medios latinoamericanos. Es más fácil encontrar en Bolivia un artículo contrario a la gestión de Evo Morales que uno que lo defienda en la prensa española. Esto lo hemos visto con todos los gobiernos de izquierda en Latinoamérica. Es un síntoma más de la relación entre los medios de comunicación y los intereses empresariales que hay tras ellos.
"Es más fácil encontrar en Bolivia un artículo contrario a la gestión de Evo Morales que uno que lo defienda en la prensa española"
P: Al saber que has vivido durante varios en meses en Latinoamérica, ¿qué opinión te merecen los cambios legislativos acaecidos en la regulación de la libertad de prensa en países como Argentina? ¿Consideras que son un modelo a seguir?
R: Hace un par de meses tuve la oportunidad de viajar a Argentina para participar en un congreso sobre periodismo y sobre medios de comunicación independientes o alternativos. Fui a hablar de La Tuerka. Me llamó poderosamente la atención la cantidad de medios de comunicación pequeños que se han ido desarrollando desde que entró en vigor la Ley de Medios. Hablé con muchos de ellos. No se puede extrapolar una ley de un país como Argentina a otro como España. Son sociedades distintas con características muy diferentes, pero en todo caso y siguiendo con la línea de lo que apuntaba antes, siempre es un placer saber que hay una gran pluralidad de medios, que como espectador puedes seguir a los que más te interesen y encontrar respuestas distintas en los que menos te interesan. Contribuye a que haya una mejor democracia. El problema que tenemos en España es que con Internet podemos crear medios privados y además, hacerlo muy bien, pero es difícil encontrar ayuda para la financiación, con lo cual, al poco tiempo de nacer acaban desapareciendo en su mayoría porque son inviables. Hay que mejorar este problema.
P: La Tuerka como programa de formato televisivo emitido por internet ¿qué obstáculos y beneficios ha encontrado al utilizar esa vía? ¿No crees que al final es un buen vehículo para llegar a la población jóven pero se olvida del grueso de la población adulta y mayor?
R: Tenemos que aprovechar las oportunidades que nos ha brindado la era digital. Durante mucho tiempo se ha culpado a esta transformación de todos los males que han podido tener tanto los medios de comunicación como el periodismo. El periodismo no cambia aunque cambies la herramienta para desarrollarlo. Tampoco vemos una crisis en lo digital, sino una oportunidad que nos ha permitido hacer cosas que antes solo podían hacer unos pocos afortunados, como un programa de televisión. Claro es que para nosotros sería maravilloso llegar a todos los públicos, pero de momento nadie nos ha hecho una oferta para llevar La Tuerka a una cadena televisiva. No nos vamos a quedar parados hasta que eso ocurra, en todo caso. Y en Internet hemos encontrado un espacio. Quizá un punto clave ha sido el uso que le hemos dado no sólo al streaming y a sus posibilidades, sino las distintas redes sociales como Twitter o Facebook. No usamos estas herramientas como meros canales de transmisión de información, sino que nos hemos comportado en ellas como lo que somos: un activista social más. En ese sentido hemos conseguido ser la segunda tertulia de España (incluyendo las de las grandes cadenas de televisión) más seguidas en redes. Interactuamos con nuestra audiencia, que al fin y al cabo, en su mayoría buscan la misma transformación social que nosotros.
"El periodismo no cambia aunque cambies la herramienta para desarrollarlo"
P: Hablando de la politización de los medios de comunicación, hay ejemplos de medios de comunicación que están constreñidos o se ciñen al argumentario del partido con el que sintoniza su línea editorial y, por tanto, carecen de esa imparcialidad periodística que se les presume. La Tuerka, por su parte, nació de una facultad de Ciencias Políticas, en concreto de la facultad que fue embrión de Podemos y que aglutinó en su seno a sus caras más conocidas como Pablo Iglesias, Iñigo Errejón o Juan Carlos Monedero. ¿No crees que aún siendo distinto el sendero, pecaron de lo mismo que otros medios y no dejan de ser un elemento de comunicación al servicio de un partido?
R: Insisto: es bueno que haya muchos medios de comunicación privados que representen la pluralidad que caracteriza a nuestra sociedad. Cuando nació La Tuerka y durante sus primeros años, Podemos no existía, ni siquiera en la cabeza de ninguno de ellos, es algo que vino mucho después y que hemos adaptado como parte de un proceso natural en la medida de lo posible. En La Tuerka hay militantes de otros partidos, como Izquierda Unida. Facu Díaz es uno de ellos y dirige un programa de humor político que señala a Podemos cada vez que lo hace mal. También señala a los suyos. Y los compañeros de Podemos lo vemos y nos reímos con él sanamente de todo porque, la mayoría de las veces, incluso tiene razón. Nuestros objetivos, como tertulia política, los señalé anteriormente y creo que son muy sinceros. Tenemos una línea editorial clara y sincera. Eso no contradice, por ejemplo, que nos guste invitar a tertulianos que forman parte de la derecha o que la votan porque creemos que es lo que enriquece los debates. Es lo que nos hace superarnos y entender otros puntos de vista. Aún no he visto a ninguno de ellos hacernos una crítica por tratarles de forma distinta, al revés, contamos con ellos como parte del proyecto. En definitiva creo que lo que garantiza a un buen proyecto de comunicación es que vaya con la verdad por delante y que no falte el respeto de los que piensan de forma diferente. Cuantos más medios privados haya, mejor. Otra cosa sería si fuéramos un medio público, pero no lo somos.
P: Como candidata a diputada de Podemos por las listas de Pablo Iglesias, ¿sabrías decirnos cuál es la propuesta regulatoria de Podemos en materia de medios de comunicación?
R: El programa en esta materia se va a presentar en los próximos días y podréis verlo al completo. De momento adelanto que los compañeros de Podemos Periodismo, que son las personas que están trabajando en ello, siempre han manifestado las líneas que había que mejorar, y tienen que ver con dos objetivos principales. El primero está relacionado con la gestión de los medios públicos. Pensamos que hay que garantizar unos medios públicos plurales, participativos y no manipulados, cuya calidad esté garantizada por una autoridad independiente. El sector público puede y debe operar con criterios de rentabilidad social antes que mercantil, debe satisfacer el derecho a una información veraz y plural y atender a colectivos minoritarios mediante una oferta cultural y educativa diversificada. El segundo está enfocado a la protección y el apoyo de los medios sociales para fomentar un Tercer Sector mediático amplio a través de fórmulas asociativas y cooperativas que estén bajo el control directo de sus trabajadores y usuarios. Podréis ver en muy poquitos días cuál va a ser nuestra propuesta definitiva en este sentido.
"El sector público puede y debe operar con criterios de rentabilidad social antes que mercantil, debe satisfacer el derecho a una información veraz y plural"
P: ¿En qué consiste el proyecto Hemisferio Zero?
R: Hemisferio Zero es, probablemente, un sueño periodístico hecho realidad. Es un medio digital especializado en información internacional sobre los llamados “países del Sur” con un claro enfoque de defensa de los Derechos Humanos. El equipo, formado por grandes amigos periodistas, historiadores y comunicadores audiovisuales, tiene sede en Madrid, pero desde sus inicios la clave fue la apuesta por las coberturas y las corresponsalías en terreno. Desde su nacimiento nos instalamos en México, en El Salvador, Colombia y Senegal. También, a través de colaboradores, hemos tenido presencia en países como Turquía, Siria y los Balcanes.
Es un proyecto hecho desde la convicción de que es posible hacer periodismo de buena calidad, que ayude a instalar en la agenda mediática temas olvidados y que cumpla, además, con una clara labor social. Nuestro foco estuvo puesto también en los movimientos sociales, en el medio ambiente, en las consecuencias de los conflictos armados. Nuestro lema: “El Sur no es uno, sino todos los que caben dentro.” Esto es: ofrecer una perspectiva global de grandes problemas sin olvidar lo local.
Nuestro problema, como el de tantos y tantos medios de comunicación independientes, fue encontrar financiación. No lo conseguimos y por tanto ha sido difícil mantener el proyecto con la salud de sus inicios, sin embargo, Hemisferio Zero ha supuesto un avance profesional enorme para todos los miembros de su equipo. En menos de un año de vida ganamos el Premio Bitácoras al Mejor Blog de Periodismo y, meses después, al mejor de Actualidad en los Premios 20 Minutos. Nos demostramos a nosotros mismos que no hay que invertir más que cariño y esfuerzo para hacer las cosas bien. Hemos aprendido mucho con HZ y para mi, a pesar del resto de proyectos en los que participo, siempre será ese sueño periodístico hecho realidad al que querría dedicarme por completo cuando la etapa política finalice. Una, como periodista, sabe que dar el paso a la política es arriesgado para tu profesión y para tu vocación, pero en los momentos en los que vivimos considero que es urgente que algunos asumamos la responsabilidad de hacerlo.
"Una, como periodista, sabe que dar el paso a la política es arriesgado para tu profesión y para tu vocación, pero en los momentos en los que vivimos considero que es urgente que algunos asumamos la responsabilidad de hacerlo"