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ENTREVISTAS - Marea Granate: “Antes de la modificación del voto rogado la participación era del 35%,

Luis Galiano

Vera Sánchez Matute

Poco antes de unas elecciones trascendentales que pueden convertirse, según dicen algunos, en el comienzo de una “segunda transición”, nos preguntamos si los españoles residentes en el extranjero han podido votar o, por el contrario, han encontrado trabas lo suficientemente importantes como para mermar sus intenciones. Para poder contestar a esta pregunta, Ágora ha tenido la suerte de poder conocer uno de los nodos de Marea Granate, colectivo transnacional y apartidista formado por emigrantes del Estado español y simpatizantes, el nodo de Marea Granate en Estrasburgo.


Hablamos con su representante principal en la ciudad francesa, Olalla Pastor del Valle, graduada en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y en Sciences Politiques por el Master Conseil de l'Europe del Institut d'Etudes Politiques de Estraburgo. Actualmente se encuentra haciendo prácticas profesionales en la Oficina de Información del Parlamento Europeo, pero compagina su actividad profesional con la reivindicación de derechos fundamentales de los españoles en el extranjero. Ella es una de las afectadas por la situación en la que se encuentra España, donde en muchas ocasiones se tiene que emigrar al exterior en busca de un futuro digno.

Con ella hemos podido saber en qué consiste exactamente esta plataforma, cuáles son sus objetivos principales y ante qué situación se encuentran los españoles que salen fuera de nuestro país.


*Al final de esta entrevista hemos querido recoger testimonios reales de nuestros colaboradores en el extranjero. Queremos demostrar que no son sólo palabras, que estos son los hechos y esto es lo que sucede cuando intentas votar fuera de España.



PREGUNTA: ¿Cómo surge Marea Granate? ¿Por qué el color granate?


RESPUESTA: Marea Granate es una especie de resto de los indignados del 15M. De hecho, hay muchos grupos de Marea Granate que todavía se llaman 15M.


Oficialmente, la idea nace a principios de 2013 cuando todos esos indignados -en su gran mayoría personas que habíamos asistido al 15M en 2011- se dan cuenta de que el movimiento no está muerto. En ese momento se crea la Marea verde, la Marea blanca, y faltaba un espacio en el que pudiera seguir el movimiento 15M desde el exterior. Es entonces cuando surge Marea Granate.


El color precisamente es por el pasaporte, para simbolizar a todos los que se han tenido que ir. Aunque el pasaporte en la Unión Europea ya no es necesario, queremos representar a toda la emigración forzada que hay en América Latina, en África, a todo lo que nos lleva fuera de casa, en realidad.


P: ¿Cuál es el objetivo principal del movimiento?


R: El objetivo principal del movimiento es la defensa del sentimiento general de “poder volver”. Poder volver en el sentido de tener un trabajo digno, unas condiciones de vida justas y de no perder derechos básicos como son la sanidad universal, la educación gratuita o un salario digno, por el simple hecho de salir al exterior.


Ahora bien, es verdad que una vez fuera nos hemos dado cuenta de los problemas a los que se enfrentan los españoles al irse del país. Problemas muy concretos como pueden ser la pérdida de la Seguridad social en España y de la tarjeta sanitaria, la imposibilidad de ejercer el derecho al voto desde el extranjero o también, las dificultades que podemos llegar a encontrar en cada país a nivel de lenguas, de trabajo, etc.


"El objetivo principal del movimiento es la defensa del sentimiento general de poder volver"


En Alemania, por ejemplo, un caso particularmente importante es cuando engañan a los españoles por temas de trabajo. Salen al extranjero y no saben los tipos de contratos que hay o si tienen derecho a que les contraten como becarios o no.


También nos hemos encontrado en Europa a españoles a los que les han expulsado del país o a los que les han invitado a irse, como ha pasado en Bélgica. Allí, el Gobierno ha empezado a enviar cartas a muchos extranjeros diciéndoles que si están seis meses sin actividad laboral, sin estudiar, deberían marcharse del país.

P: Marea Granate se define como “un movimiento transnacional y apartidista, formado por emigrantes del Estado español y simpatizantes, cuyo objetivo es luchar contra las causas y quienes han provocado la crisis económica y social que nos obliga a emigrar”. Aunque ustedes se definen como apartidistas, el mensaje que lanzan y la manera que tienen de estructurarse (en nodos) tiene mucho que ver con el mensaje de Podemos, ¿no existe relación entre dicho partido y ustedes?


R: La asimilación con Podemos es muy reciente pero es muy triste, primero porque Marea Granate nace mucho antes que Podemos, en 2013, y también porque la plataforma viene de los indignados, del 15M, de las asambleas que salieron a todas las plazas, eso es lo que Podemos copia.


No te voy a decir que no tengamos ideología política porque cada miembro, obviamente, tiene la suya. Hay gente del Partido anticapitalista, anarquista, de Podemos, de Izquierda Unida, de Equo... de todos los partidos. Pero en Marea Granate preferimos juntarnos por las causas que nos unen, y no por las que nos separan, que son las ideologías políticas. Así que tajantemente no, Podemos no es Marea Granate. Es cierto que muchas reivindicaciones de Marea Granate son recogidas en los programas de Podemos, pero no somos ni partidistas de Podemos, ni de Izquierda Unida, ni de ningún otro partido.


Somos apartidistas, pero no somos apolíticos. Nuestro objetivo final es influir en la política y cambiar los gobiernos que están haciendo que nos vayamos, que nos obligan a emigrar o que no permiten que nuestras familias tengan un sueldo digno o una pensión normal que les permita vivir.


"La asimilación con Podemos es muy reciente y muy triste [...] tajantemente no, Podemos no es Marea Granate"


Intentamos influir en la actividad política, y de vez en cuando hay partidos como Izquierda Unida, Podemos o Equo que recogen reivindicaciones nuestras. ¿Qué nos organicemos como ellos? Nos organizamos como el método asambleario que nace en el 15M, en la Puerta del Sol, pero nodos y círculos son bastante distintos luego.


P: ¿Qué diferencia a la Marea Granate del resto de mareas? ¿Cómo se coordina la sede de Estrasburgo con el resto de nodos?


R: La peculiaridad de la Marea Granate, o lo que nos diferencia mucho del resto son las distancias, estamos por todas partes. A veces es bastante difícil coordinar el nodo que está en Australia, con el que está en Nueva York. Primero por horarios, segundo por distancia, y tercero porque muchas veces es un movimiento muy heterogéneo, al no tener una ideología política única hay todas las clases sociales, todos los orígenes, todas las edades, etc.


¿Qué hemos encontrado en Marea Granate? La primacía de las redes. Nos comunicamos por Telegram; privilegiamos Telegram en lugar de Whatsapp para poder enviar documentos, imágenes en gran formato y tener conversaciones con 40 o 50 personas a la vez. Además, nos reunimos una vez al mes por Mumble, que es una aplicación para hacer teleconferencias sin imagen y que se utiliza mucho por las plataformas de mareas e indignados. Nos comunicamos también muchísimo por Facebook, por Twitter, y por el canal Youtube. Es una forma de influir en España, es decir, aunque nos separen de nuestro origen, queremos cambiar las cosas allí.


Publicamos también en muchos diarios, o en blogs como Menéame. Tenemos un blog en el que subimos informaciones y, entre nosotros, estamos en continuo contacto, 24 horas al día.


Al final, parece mentira pero conseguimos coordinar que una chica de Montevideo lleve Twitter con otra que es de Berlín, o por ejemplo, que una chica de París lleve el Grupo de sanidad con otra que está en el Salvador. Es un poco la magia de Marea Granate.


P: ¿Qué es exactamente el voto rogado? ¿Qué irregularidades se están cometiendo?


R: El voto rogado es un término que mucha gente se cree que nos lo hemos inventado nosotros, pero el voto rogado es un término que aparece en el BOE. Es una modificación de la LOREG que llevó a cabo el PSOE en 2011 aludiendo a que había muchos votos del extranjero que venían de fallecidos (especialmente en Sudamérica), que en Venezuela se perdían votos, etc. No obstante, estos casos representaban un porcentaje para nada influyente. Sacaron toda una serie de excusas para dificultar tremendamente el voto desde el extranjero.


Hoy en día, el PP es el único que defiende la modificación de 2011. El PSOE ha rectificado, aunque fueran ellos los que en su momento defendieran esta modificación.


"El voto rogado lo llevó a cabo el PSOE en 2011 [...]. Hoy en día el PP es el único que la defiende"


A partir de esta modificación de la ley, el principal impedimento es el tema de los plazos: se divide la población extranjera entre CERA (residentes permanentes en el extranjero), y ERTA (residentes temporales en el extranjero) y llegan a cerrar la lista electoral hasta 6 meses antes de las elecciones. Con lo cual, ya se pierde a un grueso importante de la población porque muchas veces, 6 meses antes no sabes si vas a estar fuera de España para las elecciones y no llegas a inscribirte en la lista electoral.


Luego, aparte de cerrar esta lista, lo que requiere el voto rogado es que tienes que ir a rogarlo, como bien dice la palabra. Ese ruego es presencial, lo que implica que a lo mejor en Francia, con 6 consulados no haya problema, pero en Inglaterra es muchos más complicado porque tiene sólo 2. Y en países de Latinoamérica o en Estados Unidos dónde puede que el consulado más cercano esté a 600 km, votar se convierte en algo imposible.


El otro día, por ejemplo, nos escribía una chica española que reside actualmente en Islandia diciéndonos que su consulado está en Oslo y que no podía votar. En esos casos, la gente lo da por perdido. Hay muchas trabas en el camino, se dificulta la información a los ciudadanos, las papeletas no salen a tiempo, etc.



P: ¿Cómo era la ley antes de la reforma del 2011? ¿Desde Marea Granate queréis volver a la ley que había antes?


R: Claro, porque lo que se hizo fue una modificación de la LOREG. Ahora, por ejemplo, los consulados no son mesas electorales, antes tenían un sistema mucho más parecido al que tienen otros países europeos. Sí que es verdad que ahora hay una población muy importante fuera de España entonces lo que hemos propuesto es la creación de una circunscripción exterior, es decir, como una región más porque a fin de cuentas, la población fuera de España equivale a la de una Comunidad Autónoma.


"El voto rogado tiene que rogarse de manera presencial. En países de Latinoamérica o en EEUU dónde puede que el consulado más cercano esté a 600 km, votar se convierte en algo imposible"


Otra posibilidad, por ejemplo es “le vote par procuration” que tienen aquí en Francia, porque la gente no se puede desplazar a consulados, ni estar pendiente de plazos de una semana o cinco días porque no da tiempo. Otra demanda que hacemos es el voto electrónico.


Hay consulados que funcionan muy bien, que por ejemplo tienen tu e-mail y envían un correo avisando de que el día X son las elecciones y de cómo votar. El de Estrasburgo por ejemplo no lo hace, el de Londres aún menos y París ni hablemos. Si hay consulados que funcionan muy bien, ¿por qué todos no funcionan así?


Hay propuestas. Se puede hacer mejor pero no hay interés político ni institucional porque es verdad que es bastante cómodo seguir así. Mientras, lo que decimos nosotros es que desaparecemos del mapa. Hace poco he leído en redes: “Pues sí se van de España que no voten aquí, no tienen derecho si ya no pagan aquí impuestos”... ¿Cómo que no pagamos impuestos? Yo voy todos los años a España, mis padres están ahí, mis sobrinos están ahí, mi vida está ahí. La gente quiere volver a su país, a su casa, porque el problema es que no es una emigración por placer ni estamos de vacaciones; es una emigración forzada que muchas veces acaba muy mal. No todo el mundo encuentra un trabajo de 3.000 euros ni trabaja de lo suyo, y eso a lo largo de tu vida es duro, claro.


P: ¿Cómo ha evolucionado el número de votos emitidos y la abstención desde el extranjero en los últimos años?


R: Nosotros hemos hablado con consulados y concretamente, el de Estrasburgo nos dice que antes de la modificación de 2011, la gente iba directamente al consulado y era mucho más rápido y mucho más sencillo. Antes de la modificación teníamos una participación del 35%. Desde el 2011, la participación ha caído a un 4%-5%.


Aunque no sean definitivas, las últimas cifras estiman que en las elecciones generales de diciembre han rogado el voto un 6,1% de españoles residentes en el extranjero. La primera parte consiste en rogar el voto, pero después las papeletas tienen que llegar a tiempo, y eso no siempre ocurre.


"Lo que hemos propuesto es la circunscripción exterior, es decir, como una región más porque a fin de cuentas, la población fuera de España equivale a la de una Comunidad Autónoma"


Hemos tenido casos flagrantes como el de Australia, donde el mismo consulado explicó que ni los funcionarios pudieron votar porque recibieron las papeletas con un mes de retraso. En Rusia, por ejemplo, únicamente una chica rogó el voto, cosa que no es verdad porque hay muchos más españoles allí. Otro ejemplo es la situación que se da en países de África donde los consulados españoles dicen directamente “mira aquí no llegan las papeletas nunca, no rogueis”.


Luego está el “caso del iluso”, que ruega el voto, hace todos los procedimientos, envía su carta certificada (la mayoría de las veces no devuelven el dinero de la carta) y ese voto no llega jamás o llega tarde.


P: En un artículo de El Diario del 27 de noviembre de 2015, se habla de que “La Junta Electoral Central ha ampliado un día el plazo para que los militares que están desarrollando misiones fuera de España puedan votar en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, de manera que podrán hacerlo como muy tarde el día 17 de ese mes”. ¿Qué opinión le merecen este tipo de acciones?


R: Actualmente, y es una lucha que ha sido única y exclusivamente iniciada por Marea Granate, todos los partidos de la oposición han denunciado esta modificación de la LOREG, han denunciado el voto rogado y se han comprometido a derogar la modificación si llegan al gobierno.


En Mayo, por ejemplo, en las elecciones autonómicas, hubo una impugnación de listas que redujo mucho el plazo para poder votar. Fue entonces cuando pedimos una prolongación de ese plazo y nos lo negaron a nosotros, pero no a los militares. No entendemos por qué es distinta la vara de medir para unos que para otros. A los militares se les ponen una urna al lado de sus bases, mientras que a lo mejor el chico que está aquí en Francia tiene que recorrer 300km para poder ir al consulado más cercano. Hay gente que tiene que pagar billetes de tren, tiene que pedirse un día libre porque los consulados no abren por la tarde (o abren sólo hasta las 18h) y encima tiene que pagar de su bolsillo la carta a España donde se envían las papeletas, dinero que nunca le va a ser devuelto, sin saber siquiera si la carta va a llegar.


"No entendemos por qué es distinta la vara de medir para unos y para otros, a los militares se les ponen una urna al lado de sus bases, mientras que a lo mejor el chico que está aquí en Francia tiene que recorrer 300km para poder ir al consulado más cercano"


En el último programa de La Sexta Noche, "La calle pregunta", salió Alex Roche, compañero que lleva el Twitter de Marea Granate de Nueva York, preguntando a Rajoy si iba a modificar la ley. Pero el presidente del Gobierno sigue en las mismas, dice que le parece fabulosa.


Marea Granate ha conseguido que hasta el Comisario de Derechos Humanos de Estrasburgo y la OSCE empiecen a tener España en el punto de mira por la falta de democracia debido a las dificultades que existen para votar desde el extranjero. De hecho, hemos conseguido que después de 40 años de democracia volvamos a tener observadores internacionales para las elecciones el 20 de diciembre.


P: ¿Es el caso español un caso singular en los países de nuestro entorno? ¿Cómo funciona el voto en el extranjero en el resto de países europeos, por ejemplo?


R: Un ejemplo a seguir para España es el caso de Francia: le vote par procuration, que significa que tu puedes delegar el voto en alguien de tu confianza, y esa misma persona se supone que tiene que votar por ti. No tienes más que declarar que la persona X va a votar por ti en una comisaría unas semanas antes y es suficiente.


De hecho, sólo puedes emitir un voto por persona y tiene que ser una persona que tenga derecho al voto en ese país, es un sistema mucho más sencillo.


Es cierto que hay casos como el de Grecia, donde sus ciudadanos no pueden votar desde el extranjero, pero España, que tenía una buena ley del voto en el extranjero, que vuelva hacia atrás no tiene sentido alguno.


P: Quizás el derecho que más defiende el movimiento Marea Granate, es el derecho al voto de los extranjeros, pero ¿que otros derechos son defendidos por la plataforma que no son respetados correctamente en el exterior?


R: Uno de los derechos por los que se pelea mucho en Marea Granate, aunque no sea tanto en el exterior, es el tema de las ilegalidades que comete el Gobierno español con el derecho a la Tarjeta Sanitaria. Nosotros desde hace ya varios meses hemos descubierto que el Estado español además de negar la Tarjeta Sanitaria Europea cuando abandonas el país, te da certificados de tres meses en lugar de la tarjeta, lo cual es ilegal.


"El Estado español, además de negar la Tarjeta Sanitaria Europea cuando abandonas el país, te da certificados de tres meses en lugar de la tarjeta, lo cual es ilegal"


Hace dos años lanzamos una campaña de “Vuelve a casa por Navidad” porque lo que pasaba era que la gente se daba cuenta de que al ir al ambulatorio le habían desactivado la Tarjeta Sanitaria, lo cual es ilegal. No sabemos si cruzan datos o si las desactivan automáticamente, pero gente que sale al extranjero y encuentra trabajo, no de manera definitiva, de repente se encuentra con que le han privado del derecho a la sanidad en su país. En muchísimos casos cuando tienes más de 26 años y tus padres están en el paro te la desactivan sin avisar y eso es ilegal.


También hemos tenido casos de gente que nos ha escrito con niños, o embarazadas, porque se les ha negado la asistencia sanitaria, lo cual según la ley española se supone que no se puede hacer.


Entonces, una de las principales demandas de Marea Granate es el derecho a la sanidad incluso fuera de tu país, porque es ilegal lo que están haciendo en España.


P: ¿Algún partido político ha incluido la reforma de las trabas administrativas del voto desde el extranjero en su programa electoral?


R: En principio todos se han comprometido a modificar esta ley, incluso el PSOE ha admitido su fallo. Esta modificación de la LOREG pasó por el Congreso en acuerdo con el PP y el entonces CiU. Ahora se han retractado todos excepto el PP. Además, partidos como Podemos e IU llevan reclamándolo desde hace tiempo y de hecho IU lo llevó incluso al Parlamento Europeo para denunciar primero la situación de los jóvenes en el extranjero y en segundo lugar esta situación del voto rogado.


El INE habla de 2 millones de españoles en el extranjero, pero nuestras cifras son mucho más amplias. En junio de este año, el INE sacó las cifras del censo nacional de España y en el extranjero. Nosotros hicimos un experimento: intentamos sacar cuántos españoles había realmente en las ciudades. Esa información puede preguntarse en un ayuntamiento, y en Francia habríamos podido tener datos nacionales preguntando municipio por municipio, pero eso era un trabajo de órdago. Sí que lo conseguimos en Uruguay, Irlanda, Alemania y en Reino Unido y era una vergüenza porque las cifras que da el Estado español a veces se convertían en diez veces más. En Uruguay, por ejemplo, la cifra oficial era 640 y la que nosotros registramos fue 6.400. En Irlanda más de lo mismo, en Alemania fueron tres veces más… y así hasta sacar un censo mucho más alto que el que dicen de 1,8 millones.


También creemos que hay mucha gente que está fuera pero sin una situación estable, y que no están registrados en ningún sitio. La gente muchas veces no se registra en el consulado para no perder derechos y por otro lado quien tiene trabajos inestables no sabe si va a quedarse o irse a otro sitio. Es un censo mucho más alto y se nos está ignorando.


P: En realidad lo que está diciendo es que hay más gente fuera de la que el Gobierno dice. ¿Hay un proceso entonces de “fuga de cerebros” o emigración masiva?


R: Hay una emigración de todo tipo, nosotros lo hemos visto. La plataforma que hemos lanzado desde Marea Granate contra esta abstención forzada en las elecciones del 20D dice que “si no nos dejáis votar, entonces vamos a hacerlo nosotros a nuestra manera”. Se llama #rescatamivoto. Lo que hemos hecho es poner en contacto a abstenciones voluntarias (en torno a un 40% tirando por lo bajo) con abstenciones forzadas. Intentamos poner en contacto automáticamente a personas proceden de la misma Comunidad Autónoma y les decimos que lo que van a hacer es muy serio y que se pregunten entre sí por qué uno va a donar su voto y por qué el otro va a aceptar dicha donación.


Es bastante emocionante, porque enviamos un e-mail a todos los participantes pidiéndoles fotos para una campaña de redes sociales diciendo “Rescata mi voto” y a mí me impresionó que hay perfiles de todo tipo: hay médicos, jubilados, gente joven, familias… Ya no somos los jóvenes super formados los que emigramos, sino que hay gente que viene aquí directamente a estudiar porque en España no se puede pagar los estudios. Hay gente también que viene aquí con niños pequeños y otros más mayores que con 40 o 50 años ven que ya no les contratan de nada… hay todos los perfiles en realidad.


P: Entonces ya no es una “fuga de cerebros” completamente, sino que el perfil mayoritario es más difuso, ¿no?


R: Una de las cosas de las que estamos cansados en Marea Granate es de defender el hecho de que no somos jovencitos que nos vayamos a la aventura, ni somos niños que han salido de Erasmus… Hay de todo, Marea Granate es muy heterogénea y por eso no podemos tener ninguna simpatía por ningún partido político porque estamos muy mezclados. En París por ejemplo es bastante interesante: se nos suma mucho la antigua migración, gente que emigró en los años 40 o 50, que nos apoyan un montón y vienen a todos los actos con sus banderas republicanas.


Realmente es muy heterogéneo. Lo que está claro es que hay una fuga de cerebros, pero también hay una fuga de sociedad española, la están perdiendo, porque la gente que ahora mismo se va está formando familias fuera: esos niños ya no conocen a sus abuelos y la gente se acostumbra a pasar las navidades frente a un Skype.


No nos gusta volcarnos mucho en el lado sentimental porque lo que queremos al final son derechos, pero en España tenemos un problema: teniendo trabajo eres pobre. Entonces ya da igual la formación que tengas, porque si tienes un trabajo vas a tener un sueldo que no te va a permitir vivir, con el que nunca vas a tener dignidad y con el que nunca vas a poder formar una familia o formar un proyecto de vida. Entonces ahí ataca a todo el mundo: con formación, sin formación, jóvenes, no jóvenes...


"En España tenemos un problema, teniendo trabajo eres pobre"




EXTRA: Algunos testimonios de la experiencia de nuestros miembros en el extranjero intentando ejercer su derecho a voto.


Vera Sánchez Matute, estudiante Erasmus en el Institut d'Etudes Politiques de Estrasburgo:


En primer lugar, quiero decir, que me he enterado de cómo funcionaba el voto desde el exterior por la página web de Marea Granate y por los distintos PDFs que ha ido difundiendo la asociación. La página del Ministerio de Asuntos Exteriores donde viene explicado cómo votar es realmente incomprensible y muy poco aclaratoria.


Cuando ya conseguí enterarme de cómo funcionaba el voto desde el extranjero, fui al consulado que hay en Estrasburgo (me siento afortunada por tener consulado en la ciudad donde resido si no, hubiera sido imposible). Allí me dijeron que rellenase un formulario y que con eso era suficiente, que me mandarían las papeletas a mi casa.


Tras haberlo rellenado me marché a mi casa y ya de camino me llamó la funcionaria que me había atendido diciéndome que se me había olvidado inscribirme como residente temporal, a lo cual le contesté que no es que se me hubiera olvidado, es que nadie me había comunicado que tenía que inscribirme y que pensaba que esa era su función. Volví al consulado y me dieron un nuevo formulario, les avisé que era estudiante Erasmus hasta enero y que en enero volvía a España. Una vez rellenado el formulario (se tardaba aproximadamente 25 minutos ya que pedían todo tipo de información), al ir a firmar me doy cuenta que me han dado el formulario para residentes permanentes en Francia (si lo hubiera firmado, hubiera perdido distintos derechos en España como el funcionamiento de la tarjeta sanitaria). Se lo comunico a la funcionaria, se disculpa enormemente por haberme dado el impreso erróneo y vuelvo a rellenar el que me tocaba, el de residentes temporales en el extranjero.


En principio parecía que ya estaba todo, pero a día de hoy siguen sin haberme llegado las papeletas, cuando el plazo cerraba el pasado día 15 de diciembre. Pese a haber hecho todos los trámites que me pedían, este 20 de diciembre no voto.


Julia, jurista española residente en Reykjavík, Islandia:


Después de oír rumores sobre la dificultad (o incluso imposibilidad) de votar desde Islandia en las elecciones generales, me dirigí al Consulado español (honorario). Allí me comunicaron la situación para ejercer nuestro derecho al voto el 20 de diciembre. Los residentes pueden optar al voto rogado, para lo cual hace falta llevar inscrito en el Registro de Matrícula Consular y en el Censo Electoral de Residentes Ausentes desde agosto, fecha en la cual aún no se habían convocado oficialmente las elecciones. Esta posibilidad no se ajusta a mis circunstancias así que, por suerte, se me brinda una segunda opción: el voto por correo o voto transeúntes. Sin embargo, la ley exige que la solicitud se haga presencialmente en un consulado de carrera. Siendo el consulado de Reykjavík un consulado meramente honorario, mi única opción es ir al consulado de Oslo.


Dada esta situación mis dos alternativas son: volar a España para votar en colegio electoral correspondiente (300 euros) o volar a Oslo para votar en el Consulado (200 euros). En ambas opciones mi derecho a voto cuesta dinero.


Elías Manzano, periodista y estudiante residiendo actualmente en Colombia:

Soy licenciado en Periodismo y, actualmente, estudiante en Derecho y Ciencias Políticas realizando un convenio académico con la Universidad de Medellín. Mi mayor problema a la hora de intentar votar fue que en la ciudad de Medellín no existe ningún consulado español. Para solicitar el voto hubiera tenido que desplazarme hasta el consulado de Bogotá, a más de 400 km de donde resido, algo que, debido a la asistencia a clases y otras razones me fue imposible. Teniendo en cuenta estas circunstancias, no he podido tan siquiera rogar el voto, por lo que no podré votar.



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