FACTCHECKING - La rentabilidad de la industria farmacéutica
Elisa Castillo Nieto
Alejandro Ciordia Morandeira
Celia Morillo García
Alba Pérez Pérez
En los últimos años la industria farmacéutica acumula un número creciente de críticas. Entre ellas, las que la catalogan como un sector oligopólico que desarrolla estrategias empresariales cuestionables. Esta industria es la encargada de la producción y la comercialización de medicamentos y cumple una función esencial en el desarrollo y protección de la salud pública mundial, es por ello que muchos consideran que sus políticas comerciales y su enorme rentabilidad se alejan de dicha función protectora.
En España, la polémica saltó a las portadas de nuestros periódicos recientemente con el escándalo de los enfermos de Hepatitis C y el sofosbovir o Sovaldi, de difícil acceso para muchos sistemas de salud por su elevado precio.
Una de las voces críticas que se han hecho oír es la de Germán Velásquez. Este economista y filósofo, asesor especial del Centro del Sur para las áreas de Salud y Desarrollo, y ex directivo de la OMS, aparece junto a otras personas que ponen en duda el actual modelo de investigación sobre fármacos en el documental “Investigación médica: Houston, tenemos un problema”. Velásquez afirma lo siguiente:
“La industria farmacéutica, y está ampliamente documentado en mucha literatura reciente, es la más rentable a nivel mundial, más rentable que la industria del armamento, más rentable que la industria financiera”
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Con el fin de comprobar la veracidad de esta contundente afirmación, vamos a introducirnos de lleno en el análisis de datos sobre estas tres industrias. Hemos decidido acudir al ranking Forbes Global 2000, que muestra las 2000 empresas más importantes del mundo (basándose en una combinación de cuatro indicadores: ingresos, beneficios, activos y valor de mercado. Hemos tomado como una muestra las 10 empresas más importantes de cada una de estas tres industrias, analizamos sus datos económicos durante los últimos cinco años (2011-2015).
En primer lugar, para poner nombres y apellidos a las empresas analizadas, presentamos un gráfico que muestra ingresos y beneficios medios anuales desglosados de las diez empresas más influyentes en la combinación de tres sectores: laboratorios farmacéuticos, venta al por menor de medicamentos y empresas de biotecnología. Las representantes de este top 10 de la industria farmacéutica son, por orden de mayor a menor: Pfizer, Novartis, Merck&Co, Roche Holding, CVS Health, Sanofi, GlaxoSmithKline, Amgen, WalgreenBoots Alliance y McKesson. Las 6 primeras empresas de esta lista se sitúan entre las 100 empresas más importantes del mundo, y todas se encuentran en el top 200. Como puede observarse, tanto ingresos como beneficios alcanzan importantes cifras. Cada una de estas 10 empresas ha generado de media unos ingresos anuales de 62.935 millones, es decir, más de 3 billones de dólares conjuntamente durante los últimos cinco años, lideradas por las cadenas de farmacias estadounidenses CVS y Health Mart (filial de McKesson). En cuanto a los beneficios anuales, la media de estas diez empresas llega prácticamente a los 6 mil millones de dólares, lideradas por los laboratorios suizos Roche y Novartis y los estadounidenses Pfizer, que se sitúan en torno a los 10 mil millones en beneficios cada año.
Una vez presentadas las empresas analizadas, pasamos a comparar cómo de rentables son en comparación con las líderes del sector financiero y armamentístico. Para simplificar el análisis de la industria financiera hemos seleccionado únicamente el sector de los grandes bancos (entre los que se encuentran Bank of China, JP Morgan Chase, HSBC, Citigroup o Santander, entre otros), siendo conscientes de que otros sectores relacionados también tienen carácter financiero, como el de las aseguradoras o la banca de inversión. En cuanto a la industria armamentística, hemos seleccionado el sector de empresas aeronáuticas y de defensa, que aunque algo más amplio, es el que más se aproxima a nuestro objeto de análisis.
Pese a que la rentabilidad tiene un significado técnico bastante claro económicamente, se trata de un término utilizado de forma ambigua en el habla coloquial, por lo que debemos analizar también otros sentidos del mismo. En primer lugar, seguramente el significado más intuitivo de “rentable” y el que aparece en la RAE es “que produce renta suficiente”, por lo que analizaremos primero los ingresos totales generados anualmente.
Como podemos ver en el gráfico, la industria farmacéutica ha ido incrementado de modo progresivo sus ingresos a lo largo de estos años, a excepción del año 2014 en el que se produjo un retroceso mínimo en los mismos. Concretamente estas diez empresas han experimentado un 18% de crecimiento desde el año 2011 hasta el 2015, superando en términos relativos el crecimiento de las financieras (4%) y de las armamentísticas (10%), pasando sus ingresos totales de 583 mil millones de dólares a 691 mil millones de dólares. Así, la farmacéutica se coloca claramente por detrás de la financiera aunque también considerablemente por encima de la armamentística. Vemos por ahora que en cuanto a volumen de negocio la industria farmacéutica no es la que lleva la delantera, aunque si ocuparía con ventaja el segundo puesto.
Por otro lado, también podemos entender rentabilidad como “capacidad de generar ganancia”, por lo que debemos analizar comparativamente los beneficios agregados de estas empresas, que se presenten en el segundo gráfico. Como en el caso anterior, las farmacéuticas se sitúan claramente por delante de las armamentísticas y por detrás de los grandes bancos también en cuanto a sus beneficios. Sin embargo, pese a tener un crecimiento muy significativo en este periodo (35%), es significativamente menor que el de la industria armamentística (42%) y financiera (49%).
Por el momento, no parece que la afirmación de Germán Velásquez sea cierta, pues tanto si entendemos que se refiere a los ingresos como a los beneficios la industria financiera supera con mucho (aun sin contar con aseguradoras y bancos de inversión) a la farmacéutica. Sin embargo, puede ser que este ex directivo de la OMS, se refiera como economista a la rentabilidad en un sentido técnico, es decir, el rendimiento que se obtiene por las inversiones. Así, la rentabilidad económica se calcula como el ratio de los beneficios obtenidos entre los activos totales. Si realizamos esta operación resulta que el top 10 de la industria farmacéutica ha obtenido una rentabilidad económica media del 7,29% durante los últimos cinco años; es decir, que por cada 100 dólares invertidos éstas empresas obtienen algo más de 7 dólares de beneficios. Esta rentabilidad económica es superior a la rentabilidad tanto de las empresas armamentísticas (5,69%) como de las financieras (0,79%).
El siguiente gráfico resume los tres parámetros que hemos visto para comprobar cuál de las tres industrias mencionadas es más “rentable”. El eje X indica los ingresos medios anuales del top 10 de cada industria, mientras que el eje Y señala los beneficios que obtienen conjuntamente estas diez empresas punteras cada ejercicio, en ambos casos en miles de millones de dólares. Mientras, el tamaño de cada una de las burbujas representa la rentabilidad económica de cada una de las industrias.
CONCLUSIÓN
En vista del análisis anterior podemos concluir que la afirmación de Germán Velásquez es cierta, pues las empresas farmacéuticas presentan ratios de rentabilidad económica superiores a los de la industria financiera y armamentística, pese a generar significativamente menos ingresos y beneficios brutos que la primera de ellas.
La constatación de este hecho desmontaría en parte el argumento esgrimido habitualmente por los directivos de las farmacéuticas para justificar los altos precios de muchos de sus medicamentos, que según ellos son resultado de la gran inversión que se requiere para la producción de éstos.
**Por último, matizar que este breve análisis presenta algunas limitaciones que impiden afirmar la validez universal de las conclusiones, pues para ello sería necesario acceder a datos más desglosados de todas las empresas de las tres industrias, lo cual resultaba inviable tanto por extensión como por complejidad. No obstante, la comparativa de las diez principales multinacionales del cada sector resulta por sí misma muy interesante y permite obtener una panorámica general muy aproximada a la realidad.