FACTCHECKING - Cambio climático: ¿muerte silenciosa?
Iris Gacho Ramírez
Emilio Marfull Jiménez
Amanda Terrón García
José Luis Rodríguez Zapatero: El cambio climático "ha provocado ya más víctimas que el terrorismo internacional y su potencial de destrucción es también muy superior”
A) Contexto.
Esta declaración de José Luis Rodríguez Zapatero se produjo en la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Noviembre de 2006, como llamada de atención por parte del mandatario ante el impacto del cambio climático, en un contexto en el que el terrorismo internacional (yihadista principalmente) era la cuestión nº 1 en la agenda internacional global. Afirmando que el cambio climático, y en concreto el fenómeno de la desertificación, ha forzado ya el desplazamiento de 25 millones de personas, el ex-presidente declaró que “el terrorismo internacional no es la única gran amenaza, ni tal vez la más grave, a la que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI".
B) Doble contenido de la declaración.
Como se puede observar, la frase tiene un doble componente que va a delimitar el enfoque de este factchecking.
En primer lugar, una afirmación sobre el número de víctimas causadas por ambos fenómenos. Ésta versa, además de sobre el terrorismo -del cual tenemos datos objetivos-, sobre el calentamiento global, cuyos datos empiezan a almacenarse desde hace relativamente poco tiempo. Además, es difícil separar las muertes provocadas por situaciones azarosas de las provocadas por la mano del hombre.
Por otro lado, se trata de un enunciado que debemos trasladar al contexto actual, en el que el número de víctimas por terrorismo ha aumentado considerablemente con respecto al año en que la frase fue pronunciada. También el calentamiento global se posiciona como uno de los temas de los que más se debate a nivel internacional, sobre todo después de los recientes Acuerdos de París. Ambos temas, por lo tanto, han aumentado su repercusión.
C) Análisis.
Como veremos, la manera en que dichos datos han sido obtenidos y agregados supone un problema a la hora de cuantificar el número exacto de muertes por cada fenómeno. Este problema va a ser especialmente notorio en el caso de las muertes relacionadas con el calentamiento global, como veremos más adelante. En muchos casos, dado que el cambio climático no siempre tiene por causa el acto humano, recurriremos a estimaciones con el fin de proporcionar una visión no distorsionada sobre el número de víctimas.
1. Terrorismo.
Este gráfico revela la tendencia de las muertes causadas por el terrorismo internacional. Se puede observar que a finales de 2006, momento en que se produjo la declaración de José Luis Rodríguez Zapatero, ya rondaba los 10.000 muertos anuales. Es necesario hacer varias apreciaciones sobre estos datos, que revelan más que una cifra cuantitativa de muertes. Podemos apreciar una tendencia exponencial que nos permitirá comprobar si la segunda parte de la frase del ex-presidente es cierta. Por lo pronto se puede afirmar que 2014 (último año con datos contrastados) es el año en que más muertes se producen por este fenómeno, duplicando la cifra del 2013. Este evidente incremento en el número de muertos coincide con la guerra civil siria. Este ascenso exponencial en el número de víctimas habrá de ser comparado con las estadísticas sobre cambio climático, las cuales, de ser cierto su mayor potencial de destrucción, deberían mostrar un incremento o en todo caso una constancia en las cifras, siempre superior al número de defunciones por la violencia terrorista.
2. Cambio Climático.
A continuación, detallaremos las distintas variables que tienen por causa el fenómeno del cambio climático.
2.1 Muertes por emisiones de gases
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 7 millones las muertes prematuras causadas por inhalación de gases perjudiciales para la salud[1]. Esta cifra incluye en su análisis las muertes directamente relacionadas con enfermedades respiratorias por la exposición a gases en el ámbito doméstico. Debido a que estos fenómenos tienen su origen en prácticas tradicionales de hogares particulares y centros de trabajo de países en desarrollo, vamos a excluir ese porcentaje de víctimas de nuestro estudio para centrar el enfoque en los datos de mortalidad y morbilidad procedentes de la contaminación del aire exterior en zonas rurales y urbanas a nivel global.
Conforme a un estudio realizado en 2012[2], el número de muertes prematuras causadas por contaminación del aire se elevaría a 3.7 millones. Estas muertes serían consecuencia de enfermedades respiratorias, accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías (como el asma) que incidirían de forma agresiva sobre la salud de los ciudadanos expuestos a altos niveles de contaminación.
Tabla recogida de “Burden of disease from Ambient Air Pollution for 2012” World Health Organization.
Según otro estudio realizado por la OMS en 2013[3] la contaminación del aire sería responsable del aumento de enfermos de cáncer. De la cifra en bruto de enfermos de cáncer del mundo, 250.000 serían producidos por la contaminación del aire de manera anual[4]. Por otra parte, la concentración en el aire de partículas de 10 micrones de diámetro (PM10) así como las de menor tamaño (PM2.5) por encima de los umbrales recomendados, serían responsables de un gran número de defunciones provocadas por cardiopatías, neumopatías y cáncer. Asimismo, la exposición a concentraciones por encima de los umbrales recomendados de Ozono (O3), Dióxido de Nitrógeno (NO2) y Dióxido de Azufre (SO2) serían responsables de morbilidad y mortalidad por enfermedades respiratorias. La peor parte de estas cifras se la llevarían los países en vías de desarrollo que acumulan el 88% de las muertes por contaminación del aire a nivel planetario con los países de Asia Suroriental y del Pacífico Occidental liderando el ranking.
Tabla recogida de “Burden of disease from Ambient Air Pollution for 2012” World Health Organization.
2.2 Muertes por fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático
El pasado año, la ONU dio a conocer los resultados de un estudio de la Oficina para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR) y del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres[5], según el cual 9 de cada 10 desastres naturales estarían relacionados con el cambio climático. En ese estudio, el cómputo de víctimas que habrían perecido en huracanes, ciclones y otros fenómenos meteorológicos desde 1995 vinculadas ascendería a 600.000. El 10% restante sería causado por desastres de origen geofísico (terremotos, erupción de volcanes), y no entraría en esta estadística.
Pero también entran en este cómputo las consecuencias a largo plazo del calentamiento global. La sequía repercute en países en vías de desarrollo, principalmente en zonas áridas y contribuye a incrementar las defunciones por inanición, una pobreza hídrica que hace desaparecer ríos, lagos y pastos, repercute en la agricultura y la ganadería y genera nuevas hambrunas en la población. Sólo el pasado año hubo 32 sequías, el doble de las 15 que se registraban como promedio anual hace una década. Estas sequías afectaron a 50 millones de personas, principalmente en el continente africano. Además, el aumento continuado de temperaturas favorece la superpoblación de mosquitos como el dengue, que transmiten enfermedades infecciosas como la malaria o el zika. Asimismo, las olas de calor repercuten sobre la salud de personas vulnerables como niños y ancianos: en 2003, la ola de calor que sacudió Europa se estima que pudo causar 70.000 víctimas[6].
Según los cálculos de la Oficina para la Reducción de Desastres Naturales (UNISDR), en 2015 las inundaciones se cobraron 3.310 vidas mientras que la media anual de hace 10 años rondaba las 5.900 muertes, por lo que este fenómeno habría sido menos protagonista que en años anteriores. En cuanto a la subida del mar y el aumento de ciclones y tifones, se estima que sólo en Asia y el Pacífico han causado 17.778 muertes en 10 años; en 2015 las víctimas fueron 996 personas.
En cuanto al número de víctimas por olas de calor, en 2015 se han registrado 7.346 muertes. La media anual que contabiliza la ONU para la última década es de 7.200 muertos al año por calor extremo.
Con respecto a terremotos y tsunamis, no los incluimos en nuestra estadística porque suelen ser objeto de discrepancia entre los científicos, pero es cierto que los desprendimientos de tierra suelen darse motivados por ciclones, fuertes lluvias o deforestación. Si aceptaramos incluir a las víctimas de los citados desprendimientos como parte de los afectados por el cambio climático, deberíamos añadir 1.369 muertes en 2015 por este motivo. Asimismo, los incendios se cobraron el pasado año 66 vidas, pero al ser motivados por distintos factores no les incluiremos en las estadísticas[7].
Pese a que la ONU mantiene su cifra anual de 60.000 víctimas mortales por desastres naturales vinculados al cambio climático, en 2015, gracias a los sistemas de alerta temprana y a los incrementos en inversiones e infraestructuras y en mejora y acondicionamiento de edificaciones, la cifra de víctimas por desastres naturales habría descendido notablemente a 22.773 inmediatas, de las cuales habría que descontar 8.831 fallecidos en el terremoto de Nepal y 271 en el de Pakistán. Cabe mencionar que la estadística de UNISDR contabilizó el número de víctimas en 2015 de los 346 desastres “importantes”, pero no tiene en cuenta los efectos ni las víctimas a largo plazo, por lo que seguimos considerando que las estimaciones son inconcluyentes. En total, eliminando la cifra de los terremotos, en 2015 hubo un total de 13.671 víctimas directas e inmediatas de catástrofes naturales vinculadas al cambio climático.
2.3 Muertes prematuras por otros factores
Como habrá podido observar el lector, no existen datos que recojan las cifras de muertes que causan ciertos fenómenos a largo plazo, como las sequías o las enfermedades infecciosas (paludismo, diarrea o malaria). Esto se debe a que la mayoría de análisis contabilizan los impactos inmediatos y no se atribuyen al cambio climático las muertes que éste genera de forma continuada en las estadísticas.
Sólo en 2015, las sequías afectaron a 50 millones de personas, estas sequías traen consigo la inseguridad alimentaria, por la muerte y desnutrición de ganado así como por el bajo rendimiento de las cosechas y la disminución o desaparición de recursos hídricos. Sólo en Somalia las muertes causadas por las sequías aumentaron a 250.000 en dos años, esto es 125.000 muertes anuales entre 2010 y 2012 según la ONU.
Por otra parte, en el informe sobre la salud en el mundo en el año 2002, la OMS estimó que el cambio climático habría sido responsable del 2,4% de los casos de diarrea aguda, y del 6% de los casos de paludismo. Sin embargo, estos datos vuelven a tratarse de estimaciones estadísticas que generan ciertas controversias.
También debemos desagregar las víctimas por los otros factores antes mencionados ya que no existen datos fiables que cuantifiquen las víctimas por esas enfermedades o infecciones en relación a fenómenos climatológicos extremos, por lo que nos vemos obligados a excluirlos.
D) Conclusión.
Analizando todo lo anterior, constatamos que no hay una tendencia generalizada en el último siglo que haya producido un aumento de víctimas mortales por fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, esto es, las sequías, inundaciones y tormentas. Ello puede explicarse por varios motivos. En todo caso, dejamos al lector la libertad de sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, lo que sí es innegable es que se ha producido una mayor frecuencia de desastres naturales asociados al clima en los últimos años. Para ello ofrecemos al lector una estadística comparativa entre el número de desastres y su capacidad mortal para el ser humano que parece indicar que ambas se comportan de forma inversamente proporcional:
Muertes por sequías, tormentas e inundaciones 1900-2015
Número total de sequías, tormentas e inundaciones 1900-2015
Por otra parte, el informe sobre Vulnerabilidad Climática de “DARA Impact Matters” estima que al año se producen 400.000 muertes relacionadas con el cambio climático, como muestra la siguiente tabla:
Pero sus estimaciones contradicen las publicadas por la OMS, y por otros estudios, tanto en lo relacionado con el clima como las producidas por emisiones de CO2. Por ello, sigue habiendo una falta de objetividad y contabilización de las muertes generadas por efecto del cambio climático indirecto.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos hacer un cómputo global aproximado de muertes por cambio climático (tanto por emisiones como por desastres naturales vinculados al calentamiento global y al efecto invernadero), pero en ningún caso podremos presumir de tener unos datos 100% fiables, pues todos ellos se basan en estimaciones de distintos organismos como la OMS, el IPCC u ONG. Pero a día de hoy, si bien es presumible el impacto mortal sobre la vida humana del cambio climático y es verificable el aumento de frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, así como de la subida de las temperaturas a nivel global o de la acumulación de gases en la atmósfera en niveles que nunca antes se habían alcanzado, no podemos afirmar con rotundidad ni certeza científica que todo ello haya producido un determinado número de muertes. Porque ni ha existido tal contabilización, ni es posible desagregar ciertos casos de lo estrictamente fortuito, lo cual genera grandes contradicciones entre unas fuentes y otras.
Por lo tanto, sobre el potencial de destrucción que el cambio climático tiene, las fuentes tampoco son claras. Los datos agregan cuestiones sanitarias (enfermedades), socio-económicas, habitacionales y alimentarias. Las distintas previsiones procedentes de la OMS (nota descriptiva N°266, Septiembre de 2015) nos hacen concluir que las mismas precauciones y críticas efectuadas al tratar los datos sobre desastres naturales han de ser tenidas en cuenta al tratar con estos datos:
Entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.
Se estima que el coste de los daños directos para la salud se sitúa entre 2.000 y 4.000 millones de dólares de aquí a 2030.
Las zonas con malas infraestructuras sanitarias -que se hallan en su mayoría en los países en desarrollo- serán las menos capacitadas para prepararse ante esos cambios y responder a ellos si no reciben ayuda.
Estas previsiones incluyen varios elementos interesantes que pueden ser analizados con mayor detalle en la página de la OMS. Pero podemos afirmar que no sólo en número de muertos seguirá siendo mayor al causado por el terrorismo internacional (independientemente de qué variables se hayan incorporado o cómo se hayan agregado los datos), sino que el mayor impacto sanitario empieza a ser evidente y previsible en ciertas zonas del planeta.
El mayor potencial de destrucción a que se refería en 2006 Rodríguez Zapatero pasa por el hecho de que no sabemos dónde se producirá la próxima muerte relacionada con el cambio climático, qué la causará exactamente (sequía, pandemia, tsunami…) ni a cuántos más se llevará por delante. Ese potencial de destrucción no es sólo cuantitativo (en cuyo caso todo dependería del tipo de causas de muerte cuantificadas), sino sobre todo cualitativo por un doble factor: el de la imprevisibilidad y el de la alta inevitabilidad de las muertes relacionadas con este fenómeno, que hace tiempo escapó al control del ser humano por su propia acción.
Por lo tanto, concluimos que, debido a los problemas para cuantificar muertes por cambio climático, la frase de nuestro ex-presidente no se puede desmentir ni verificar. Acudimos por lo tanto a una falacia ad ignorantiam, en la que, al no poder demostrar que la afirmación es falsa, se puede jugar con su veracidad y falsedad dependiendo del fin que busque el interlocutor.
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Citas:
[1] “7 million premature deaths annually linked to air pollution” News releases, Media Center, World Health Organization. http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2014/air-pollution/en/
[2] “Burden of disease from Ambient Air Pollution for 2012” World Health Organization. http://www.who.int/phe/health_topics/outdoorair/databases/FINAL_HAP_AAP_BoD_24March2014.pdf?ua=1
[3] “World Cancer report 2014” World Health Organization.
[4] “Agencia Internacional para la Investigación del Cancer, Estudio 2013”. World Health Organization.
[5] “El 90% de los desastres tiene relación con el clima, revela nuevo estudio de la ONU” Centro de Noticias ONU. http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=33888#.VtlrAvnhDIU
[6] “Climate change and health” Media Center. World Health Organization. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs266/en/
[7] “2015, Disasters in numbers” “El coste humano del año más caluroso jamás registrado” Oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres UNISDR http://eird.org/americas/noticias/el-costo-humano-de-anho-mas-caluroso-jamas-registrado-el-cambio-climatico-y-el-ninho-provocaron-desastres-en-todo-el-mundo-en-2015.html#.Vtl1yPnhDIU