B. Puentes. "Un recorrido por el Lavapiés más cultural"
Betrán Puentes Cociña
En una ciudad de excesos como es Madrid, retratada por su barullo, su intensa vida nocturna y su tendencia a venderlo todo por un precio superior al valor real, reconforta encontrar espacios de sosiego como son los centros de arte. Quiero decir, algunos centros de arte. Porque llegar al Thyssen en hora punta, toparte con una cola que bloquea las puertas exteriores, incluso la acera, y tirarte una hora de pie, en fila india, para pasar por taquilla y desembolsar la nada desdeñable cifra de 12 euros por barba, tranquilizante, lo que se dice tranquilizante, no es.
Un barrio que representa como ningún otro ese contraste entre el barullo de las calles y la tranquilidad que se respira en una sala de exposiciones es Lavapiés. Aunque es famoso por su amalgama de culturas, la multiplicidad de nacionalidades censadas (88 según los últimos datos municipales), el exotismo de sus restaurantes o sus garitos alternativos, donde bailar a ritmo de reggae o flamenco, en los últimos años se ha erigido también como un referente en la escena artística. A las espaldas del Museo Reina Sofía han crecido una serie de galerías (ya son un total de 17) en una calle de unos 500 metros, Doctor Fouquet, que se ha convertido en el epicentro del arte madrileño. Por si fuese poco, también está flanqueada por los centros culturales La Tabacalera y La Casa Encendida y por los teatros Valle-Inclán, del Barrio o Circo-Price. La oferta cultural contribuye a que se haya acabado “esa imagen de que Lavapiés era un lugar inseguro. Aquí hace años no paraban los taxis y ahora viven varios concejales», en palabras de Manolo Osuna, presidente de La Corrala, Asociación de Vecinos del barrio.
Todo lo contrario al exceso es la obra del artista conceptual Ignasi Aballí (Barcelona, 1958), a quien el Reina le ha dedicado este invierno una retrospectiva, titulada sin principio / sin final, que recoge parte de su producción de los últimos diez años y alguna obra creada expresamente para los espacios del museo. La muestra profundiza en ciertos aspecto muy presentes en su obra, como son la intervención mínima, el dejar hacer, la no acción, el valor de los materiales, el reciclaje de los mismos… Así es como, de un modo austero y sutil, consigue crear obras conceptuales, de apariencia sencilla pero llenas de significados.
Destacan sus Listados, fruto de su labor obsesiva de “recolector, como el que va al campo a recoger uvas y tomates”, como él mismo se define, sólo que en este caso lo que recolecta son palabras y frases. Arrancando partes de ese retrato del día a día que son los periódicos, pretende “construir un paralelo de la realidad”, presentada objetivamente y sin modificación alguna. “Lo que yo pretendo es trabajar siguiendo un modelo científico. Los científicos no aportan su punto de vista personal, sino que hay una distancia entre su vida y el laboratorio.”[1]
Aballí recolecta, por ejemplo, drogas, y cuando lo hace encuentra sobre todo cocaína, 3.000 kilos de cocaína, 28 bolas de cocaína, un alijo de cocaína o 28 kilos de cocaína; hachís, 20 toneladas de hachís o 2.500 kilos de hachís; y algo de heroína.
En otro listado reúne todas las palabras relacionadas con la sexualidad que ha recolectado y la obra se convierte en una explosión, reivindicativa quizás, de diversidad sexual: hay culos, gigolos, orgasmos, lesbianas, homosexuales, transexuales, testículos, penes, gays, putas, prostitutas, polígamos o ninfómanas. Pero la misma lista se percibe como una condena cuando corta y pega pedófilos, proxenetas, agresiones sexuales, pederastas, violadas, ablaciones, acosadores sexuales o macroprostíbulos. Es aquí cuando me pregunto: aunque los listados sean un corta-pega de la prensa, ¿no corta y pega Aballí lo que quiere, solamente lo que quiere? ¿No coloca las palabras como quiere, dándoles nuevos significados y haciéndoles decir lo que antes no decían? ¿Cómo pretende presentar objetivamente la realidad si sólo recoge de ella lo que le interesa y la reorganiza a su antojo? ¿No busca con su obra, o al menos provoca, la reivindicación o la condena? El artista es consciente de estas contradicciones y reconoce que la objetividad nunca se puede alcanzar con plenitud: “sólo el hecho de pretender ser objetivo ya es subjetivo”, dice. Es más, admite que sus obras “tienen un lado político aunque no sea explícito”, directo o evidente[2]. Lo podemos encontrar en obras como Mapamundi, donde reconstruye un mapa político en el que el tamaño de cada país depende de la presencia que tenga en la prensa.
Mapamundi, Ignasi Aballí
La obra de Aballí, como veis, es muy atractiva para todos aquellos interesados en la actualidad y la reflexión sobre la realidad. La mala noticia es que la exposición ya no está en el Reina, pero no os preocupéis: la Fundación Miró está preparando otra retrospectiva del artista para este 2016, así que moved vuestros culos a su ciudad natal, Barcelona, para que os haga chocar de frente contra (su paralelo de) la realidad.
Para la temporada que ahora comienza, la sede principal del Reina programa la obra de dos artistas latinoamericanos: el mexicano Ulises Carrión [3] (1941, San Andrés Tuxtla - 1989, Ámsterdam), figura clave del arte conceptual mexicano, y el cubano Wilfredo Lam[4] (Sagua La Grande, 1902 - París, 1982), definido por la propia institución como el “iniciador de una pintura mestiza que unía modernismo occidental y símbolos africanos o caribeño”, marcada fuertemente por la consciencia de la cuestión racial y de sus implicaciones sociales y políticas.
Sigamos recorriendo Lavapiés. Una institución que viene programando exposiciones de lo más interesante, desde su constitución como centro de arte contemporáneo en 2007, es la sala La Principal de Tabacalera. Y esta temporada no baja el nivel con Alberto García Alix. Un horizonte falso[5]. El fotógrafo de lo marginal, de la droga, de la Movida, de las motos… nos muestra ahora sus fotografías más abstractas, incluso cercanas al simbolismo -así las definía Nicolás Combarro, comisario de la exposición, el día de su presentación-[6].
Un horizonte falso –expuesta ya en la Maison Européene de la Photographie y organizada ahora por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte- se divide en varios bloques: autorretratos, retratos, motos, paisajes e imágenes crudas, animales… en cada uno de los cuales el artista compone metáforas visuales a través de una realidad deformada, grotesca, onírica y aberrante. Es el caso de Crucifixión, fotografía de un pájaro con la cabeza gacha y las alas extendidas, sujetadas por una mano, como si de un crucificado se tratase. Especialmente simbólicas son, también, las fotografías de motos, un tema recurrente a lo largo de su carrera pero que ahora trata de una forma más sutil y metafórica, mostrando solamente detalles o sombras.
Crucifixión, Alberto García-Alix
No podemos hablar de Lavapiés sin mencionar la cultura viva y subversiva que ofrece el Centro Social Autogestionado La Tabacalera, con sede en el edificio colindante a La Principal: teatro, música, danza, pintura, conferencias, reuniones, audiovisuales, talleres, eventos, intervenciones en el barrio… todo ello respetando los principios de la horizontalidad, la cooperación, la transparencia, la participación, la tolerancia y la cultura libre. Basta con echarle un ojo a los sótanos o al patio del edificio, donde los grafiteros llenan las paredes de arte, para comprobar cuán vivo, espontáneo y enriquecedor es este proyecto en común. ¿En común entre quién? Entre todos aquellos ciudadanos que deseen participar. ¿No es maravilloso?
Así funciona Lavapiés, un fértil ecosistema cultural que está esperando por todos vosotros para vivir sus contrastes y enriquecerse con sus múltiples manifestaciones artísticas.
[1]http://www.abc.es/cultura/cultural/abci-ignasi-aballi-pretender-objetivo-subjetivo-201510301739_noticia.html
[2]http://nicolamariani.es/2014/03/19/entrevista-a-ignasi-aballi-el-tiempo-como-obra-y-reflexion-por-rocio-figueroa/
[3] http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/ulises-carrion
[4] http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/wifredo-lam-0
[5] https://artedemadrid.wordpress.com/2016/02/11/alberto-garcia-alix-un-horizonte-falso/
[6] http://www.promociondelarte.com/tabacalera/noticia-123-alberto-garcia-alix-un-horizonte-falso
