P. García Navarro. "Tejidos de resistencia: Feminismos comunitarios desde Abya Yala"
Pilar García Navarro
Doctoranda en Ciencias Humanas: Geografía, Antropología y Estudios de África y Asia (UAM)
*Abya Yala es el nombre usado por el pueblo Kuna de Panamá para referirse a América Latina y el Caribe. En la actualidad se emplea para reivindicar la terminología propia frente a la colonial.
Introducción
La expansión de la globalización capitalista en Abya Yala se produce en la actualidad sobre los territorios que históricamente han sido habitados por los pueblos originarios, porque contienen las materias primas que el capitalismo necesita para su desarrollo. Este proceso se asienta en el extractivismo como principal mecanismo de transformación de los bienes comunes naturales en recursos mercantiles a través de diferentes modalidades (minería a cielo abierto, extracción de hidrocarburos, monocultivos de soja transgénica, grandes presas hidroeléctricas, etc). Estas agresiones son cada día más frecuentes en la región porque el extractivismo constituye la estrategia central de crecimiento económico tanto de los gobiernos neoliberales como de los progresistas.
Las poblaciones indígenas continúan siendo el principal movimiento de resistencia frente a estas prácticas que conllevan violaciones sistemáticas de sus derechos como pueblos, además de las obviamente perpetradas contra la naturaleza. En los últimos años las mujeres, especialmente desde el movimiento indígena, están siendo las protagonistas en las luchas frente a la desposesión del territorio y la explotación de los bienes naturales. Sus acciones, que emergen desde diferentes perspectivas y posicionamientos, denuncian las consecuencias que el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado (cimientos del actual modelo de desarrollo) tienen en sus vidas.
Poner el foco en la resistencia de las mujeres permite analizar “las interrelaciones creadas en estas luchas por el cuerpo, el medio ambiente y las economías, en todas sus diversidades” (Harcourt y Escobar, 2007: 12). Aquí examinamos la contribución de los feminismos comunitarios a estas luchas.
Café Carcajada (La Paz, Bolivia). Fuente: Mujeres Creando Comunidad.
Propuestas de las mujeres feministas comunitarias
El esfuerzo de las mujeres en estas disputas bebe de diversas fuentes y no todas se inscriben en el movimiento feminista. Sin embargo, parece que el feminismo comunitario está adquiriendo en los últimos años gran notoriedad entre estas resistencias.
Los feminismos comunitarios son movimientos de acción política, en continua reconstrucción, que unifican la lucha por la descolonización, la “desneoliberalización” y la “despatriarcalización” del mundo en el que vivimos. Su eclosión se produce de la mano de las mujeres aymaras del grupo Mujeres Creando Comunidad durante el proceso de cambio en Bolivia[1], aunque recoge el trabajo que llevan realizando desde hace dos décadas estas feministas autónomas y otros movimientos sociales del país.
Su concepción de la lucha desde una visión orgánica y articuladora ha permitido que en la actualidad tenga presencia en varios países de Abya Yala, como Argentina, Chile, Colombia, México y Guatemala. Precisamente en este último país, en las montañas de Xalapán (Jalapa), el movimiento posee otro núcleo estratégico impulsado por las mujeres xinkas del colectivo Amismaxaj. Hablamos de feminismos, en plural, porque cada uno de estos grupos enriquece con sus matices y singulares experiencias el armonioso tejido de resistencias que forman en conjunto.
Estas mujeres no se reconocen en los códigos del feminismo occidental, por lo que no sólo ejercen su lucha en las calles sino también en las palabras. Julieta Paredes, mujer aymara referente del feminismo comunitario, señala que el objetivo del movimiento es generar conocimiento útil para sus horizontes emancipadores. Desde estas ideas reivindican su autonomía epistémica, que despliegan a través de la reconceptualización de términos del feminismo eurocéntrico y de la construcción de categorías propias.
En este proceso de descolonización del feminismo, las comunitarias reconocen y denuncian un patriarcado ancestral, cuya existencia es previa a la invasión colonial de 1492 (según el calendario gregoriano). Los intereses de ambos patriarcados, el indígena y el colonial, se han unido hasta la actualidad para perpetuar la subordinación de las mujeres. Julieta Paredes (2013) y sus compañeras han denominado a este proceso como “entronque patriarcal”. Esta propuesta analítica evidencia un machismo indígena al que también se debe combatir. Por eso es importante “no perder de vista que las mujeres luchadoras llevamos adelante, siempre, una lucha dentro de la lucha” (Gutiérrez, 2014: 80).
Para las feministas comunitarias el patriarcado es “el sistema de todas las opresiones, explotaciones, violencias y discriminaciones que viven las mujeres, los hombres, las personas intersexuales y la naturaleza, como un sistema históricamente construido sobre el cuerpo sexuado de las mujeres” (Cabnal, 2010: 16). De esta manera, unifican la defensa de la tierra y del cuerpo, ya que conciben a ambos espacios territoriales donde debería desarrollarse la vida en plenitud. La principal impulsora de esta idea bajo la categoría política de “territorio cuerpo-tierra” es Lorena Cabnal, que junto a otras mujeres xinkas se enfrentan a la explotación minera en Guatemala.
Los cuerpos, en su diversidad, nos hablan de los diferentes lugares que los han marcado (violencia, pobreza, etc). Consideran el cuerpo como espacio que sufre las opresiones, pero también como espacio desde el que ejercer una política transformativa (Harcourt y Escobar, 2007).
Graffiti de Mujeres Creando Comunidad (Bolivia). Fuente: Mujeres Creando Comunidad.
Consideraciones finales
Las resistencias tejidas por las feministas comunitarias en Abya Yala se han convertido en redes de referencia dentro del marco general de luchas de las mujeres. Las disputas de las mujeres por tener una voz propia también se producen en la lucha territorial, entendida en su sentido más amplio, ya que es la lucha para garantizar condiciones dignas para la vida. En esa dimensión territorial ocupa un lugar central el cuerpo de las mujeres, que continúa siendo en la actualidad el territorio histórico más oprimido y explotado.
El posicionamiento crítico de estas feministas respecto a ciertas problemáticas (la defensa del territorio, la autodeterminación de los pueblos indígenas, la producción del conocimiento, etc.) se ha traducido en perspectivas epistemológicas diferentes vinculadas con el género, la violencia, el racismo, la colonialidad, etc. Su propuesta del entronque patriarcal ayuda a desvelar no sólo las condiciones históricas de opresión de las mujeres, sino reconocer sus lógicas internas de dominación y colonialismo.
De esta manera, podemos tomar el feminismo comunitario como una invitación a reflexionar sobre nuestro lugar en la historia de los derechos de las mujeres. El feminismo comunitario es una provocación, como explicaba Julieta Paredes en una entrevista, incluso para las mujeres que participan en él (Dopazo, 2015).
Citas
[1] Se refiere al proceso iniciado con las grandes protestas y las movilizaciones sociales contra el neoliberalismo y el colonialismo en el año 2000 y que se materializó electoralmente en la victoria de Evo Morales en 2005.
Bibliografía
Cabnal, Lorena (2010). “Acercamiento a la construcción de la propuesta de pensamiento epistémico de las mujeres indígenas feministas comunitarias de Abya Yala” en ACSUR-Las Segovias. Feminismos diversos: el feminismo comunitario. Madrid: ACSUR-Las Segovias, pp. 11-25.
Dopazo, Patricia (2015). “El feminismo comunitario es una provocación, queremos revolucionarlo todo”. Pikara online magazine, Disponible en http://www.pikaramagazine.com/2015/01/el-feminismo-comunitario-es-una-provocacion-queremos-revolucionarlo-todo/ [Consultado el 20/04/2016].
Gutiérrez, Raquel (2014). “Las luchas de las mujeres: un torrente específico y autónomo con horizontes subversivos propios”. Contrapunto. Debates en movimiento, 5, pp. 77-85.
Harcourt, Wendy y Escobar, Arturo (eds.) (2007). Las mujeres y las políticas del lugar. México: Programa Universitario de Estudios de Género, UNAM.
Paredes, Julieta (2013). Hilando fino. Desde el feminismo comunitario. México: El Rebozo, Zapateándole, Lente flotante, En cortito que’s palargo y AliFem AC.