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EN PROFUNDIDAD - ¿Es admisible desnaturalizar el proyecto europeo para que Reino Unido permanezca en

Patricia Fernández Cuadrado

María del Rosario Grimá Algora

Graduadas en Derecho y en Ciencia Política (UAM)



“Cada vez que Reino Unido tenga que decidir

entre Europa y el mar abierto,

decidirá el mar abierto”


(Winston Churchill, 1944)



I. INTRODUCCIÓN


Europa envejece mal. Tras más de un lustro de problemas, el continente luce las cicatrices de una crisis inacabable en la que ha tratado de gestionar, con escaso éxito, sus relaciones con un mundo cada vez menos afín al proyecto europeo. Mientras al este de la Unión apenas hay progresos en el conflicto entre Kiev y los insurgentes pro-rusos, en el sur los flujos migratorios por el Mediterráneo se han visto agravados por la crisis de los refugiados como consecuencia de la situación en Oriente Medio. Dentro de Europa, la situación no es mucho mejor. La crisis del euro y la gestión política tecnócrata[1], la saga griega[2] - millones de parados, endeudamiento, rescates, y los desequilibrios Norte-Sur-, el preocupante ascenso de partidos de ultraderecha[3], y la insuficiente coordinación en inteligencia en la lucha contra el denominado Estado Islámico hacen cada vez más evidente la crisis existencial que atraviesa Europa. No es extraño, por tanto, el tono bíblico –incluso apocalíptico- que parece desprenderse del relato de los analistas; como si cada reto político fuera una nueva plaga[4].


A estas incertidumbres se suma la proximidad del referéndum en Reino Unido sobre su permanencia en la Unión (Bremain) o su salida (Brexit), convocado por el primer ministro británico, David Cameron. Un referéndum que algunos ya ven como un símbolo de la imparable deconstrucción de la Unión Europea, y que se nutre de la concatenación de crisis que asola al viejo continente.

No obstante, este aparente órdago a la Unión es un capítulo más de la complicada relación entre Reino Unido y Europa que para Bruselas no es ninguna novedad. Desde su tardía integración en 1973, Reino Unido ha puesto en cuestión “los grandes planes y las visiones utópicas”[5] que tenían lugar en Europa y ha ejercido un “evidente rol de freno a todos los avances del proceso de integración que se han producido o debatido”[6] en el seno de la Unión. El cheque británico, negociado por Margaret Thatcher en los ochenta, la exclusión de Schengen o la no participación de Reino Unido en el euro son quizá los ejemplos más significativos de las reticencias del país al avance de la integración europea y de su empeño por acentuar su carácter insular; pero no los únicos.


Este empeño, sin embargo, parece haber pasado a otro estadio con David Cameron. En 2011, Cameron se convirtió en el primer ministro británico que vetaba un pacto fiscal –tras las negativas de otros líderes europeos a otorgarle las garantías que reclamaba para eximir a la City de la regulación financiera de la UE[7]. Asimismo, en 2014, trató de bloquear la designación de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea –cuando no tenía ni siquiera capacidad de veto-, e incluso llegó a formar un grupo propio en el Parlamento Europeo –reduciendo su poder de negociación[8] al separarse del grupo de centroderecha clásico.


El pasado 20 de febrero de 2016, como parte de su particular huida hacia delante y tomando a Europa como rehén, Cameron convocó el referéndum prometido tras renegociar las condiciones de pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea. Sin embargo, estas condiciones, que pueden atentar contra elementos básicos de la regulación europea, abren un debate que sobrepasa las fronteras británicas y que apunta directamente al corazón de la Unión: ¿camina la Unión hacia una desintegración? ¿Es admisible desnaturalizar el proyecto europeo con el fin de que un Estado Miembro, en este caso Reino Unido, permanezca?


Con el fin de dar respuesta a ambas cuestiones, se expondrán, en primer lugar, las claves de la relación entre la Unión y Reino Unido desde la incorporación de éste al proyecto europeo. Para ello, se analizarán los privilegios otorgados al Estado miembro desde su inclusión, prestando especial atención a la reevaluación británica de su relación con Europa bajo el mandato de David Cameron. En un segundo epígrafe, se abordarán los puntos fundamentales del nuevo acuerdo alcanzado el 18 y 19 de febrero de 2016 con el fin de situar las pretensiones de Reino Unido dentro de una continuidad. Por último, se presentarán las conclusiones derivadas de este análisis.

Ésta es sólo la introducción, puedes leer el artículo completo descargando el siguiente archivo en PDF: En Profundidad. Junio '16. Brexit: ¿Es admisible desnaturalizar el proyecto europeo para que Reino Unido permanezca en la UE?

 

[1] Para un análisis más detallado sobre la materia, Véase: TORREBLANCA, J.I.: ¿Quién gobierna en Europa? Reconstruir la democracia, recuperar la ciudadanía, Fundación Alternativas, 2014.

[2] Para un estudio pormenorizado sobre el tema , Véase: MORILLAS, P. y DOKOS T.: Greece and the EU. Lessons from a long-lasting crisis, CIDOB ediciones, Barcelona, 2016. Sobre el término “saga griega”, destacamos que es CLAUDI PÉREZ quien lo acuña en CLAUDI PÉREZ: «Londres, Bruselas, Brexit o la ‘gran confusión’» en Política Exterior, Vol. XXIX, Mayo-Junio 2015, nº165, pp.28-34, p.28

[3] Partidos como el Frente Nacional en Francia, UKIP en Reino Unido, AfD en Alemania, u otros similares en Holanda, Hungría o Finlandia.

[4] CLAUDI PÉREZ: «Londres, Bruselas, Brexit …» op. cit. p.28.

[5] Discurso del actual primer ministro británico tory citado en CLAUDI PÉREZ: «Londres, Bruselas, Brexit…» op.cit., p.29.

[6] MOSCOSO DEL PRADO HERNANDEZ, J.: «Brexit: Europa y Reino Unido se dan una nueva y quizás última oportunidad» en LOPEZ GARRIDO (dir.) El estado de la Unión Europea: la encrucijada política de Europa, Fundación Alternativas y Friedrich-Ebert-Stiftung, 2016, p.125. Disponible online en: http://ep00.epimg.net/descargables/2016/05/31/6f3474a8b8b35a8cf1979b9ac58615a0.pdf?rel=mas

[7] MORA, M.: «Reino Unido se desmarca del acuerdo para reforzar la Unión Europea» en El País digital [en línea]. 9 de Diciembre de 2011. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/09/actualidad/1323406881_309993.html

[8] TORREBLANCA, J.I.:«Cómo lograr que Juncker no presida la Comisión Europea» en Café Steiner – Blog Internacional El País. 9 de Junio de 2014. Disponible online: http://blogs.elpais.com/cafe-steiner/2014/06/como-lograr-que-juncker-no-presida-la-comision-europea.html (consultado el 09/06/2016)

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