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ENTREVISTAS - Rubén Herrero de Castro: “[Trump] puede ganar, pero es imposible ser peor que Obama. S

Irene Alonso-Buenaposada del Hoyo

Angela Anaya Ilatance

Alejandro Rico Freeman

Rubén Herrero de Castro es doctor en Ciencias Políticas y Sociología y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Articulista esporádico del Periódico de Cataluña, también resulta bastante habitual encontrarle como analista político en diversos medios de comunicación. Autor, entre otros, del libro “La caída de Camelot: JF Kennedy y Vietnam”, es un gran conocedor desde hace muchos años de la política interna y externa de EEUU.


La proximidad de las elecciones en el gigante americano y su amplío conocimiento del tema, llevan a Ágora a entrevistarse con él en su despacho de la segunda planta de la facultad de políticas de la UCM, donde muchos sitúan el nacimiento de Podemos. Quien no tiene problemas para definirse a sí mismo como “conservador religioso y del partido republicano de los EE.UU.”, reconoce que se hubiera sentido más cómodo con un candidato como Ted Cruz a la cabeza del partido del elefante. Mucho menos pesimista que otros de nuestros entrevistados de este número, considera que la victoria de Trump no supondría un cataclismo pues el poder del presidente de EEUU es menor del que normalmente se le atribuye. El electorado de ambos candidatos, la política exterior o el TTIP completan el rostro de esta nueva entrevista que sin duda no dejará indiferente a nadie. ¡A disfrutarla!


 

P: Para empezar y de manera general, ¿cómo cree que se recordarán estas elecciones presidenciales de 2016?

R: Históricas diría, porque hay una candidata a la presidencia de los EEUU y un outsider como Donald Trump, empresario que ha llegado a la altísima política y a la posibilidad de disputar la presidencia. Nunca ha habido dos candidatos de estas características.


En el caso de Hillary es el hecho de poder ser la primera mujer, porque a nivel político es establishment puro y duro. Pero sí es verdad que la personalidad de Donald Trump, el perfil de candidato de Donald Trump, es muy diferente a otros que ha habido en la historia. Lo más parecido podría ser, a nivel presidencial, Ross Perot cuando compitió en las elecciones con Clinton y Bush (1992).

P: ¿Cuál cree que es la mejor y peor propuesta de cada candidato?

R: La mejor propuesta que puede hacer Donald Trump probablemente sea el programa económico, que es el bajar impuestos para reactivar la economía.


La peor de Clinton es en materia de política exterior. Toda su política exterior, que es una continuación de la política de Obama, no aporta o no contribuye a nada mejor o nuevo. ¿La mejor propuesta que puede hacer Hillary Clinton? No te puedo decir ninguna que se me ocurra que es particularmente novedosa.


Quizás el elemento novedoso de que una mujer pudiera ser por primera vez presidenta de los EEUU pero yo particularmente no creo en los temas de cuotas, creo en la meritocracia y me da igual si eres hombre o mujer, lo importante es que seas válido para el ejercicio del cargo.


Y la mejor propuesta que puede tener Donald Trump aparte de su programa económico puede ser insuflar nuevos aires a la forma de entender la política.


¿Peor propuesta de Trump? No se me ocurre… Lo más controvertido que puede tener el programa es el asunto de la inmigración pero, en ese caso lo único que propone es cumplir la vigente ley de inmigración de Estados Unidos. No está proponiendo nada nuevo, novedoso o diferente. Sí que lo hace de una manera diferente a la de otros líderes o candidatos, pero él plantea simplemente cumplir la ley de inmigración. Es sorprendente que haya llegado hasta donde ha llegado Trump pero desde luego no es todo lo que se dice de él ni todo lo malo que se dice de él.


P: La población de origen hispano con derecho a voto en los EE.UU. ha aumentado sustancialmente desde las últimas elecciones y ahora mismo representa alrededor de un 20% de la población total de EE.UU. De hecho, en Estados como Nuevo México, California o Texas son más del 37% de la población. ¿Cómo considera que afecta este cambio demográfico en estas elecciones?¿Favorece especialmente a alguno de los candidatos?


R: Bueno, parece ser que inicialmente el voto hispano se inclina por Hillary Clinton, si bien es cierto que el candidato Donald Trump ha conseguido en la recta final mejorar el porcentaje de voto hispano que tendría. Las minorías entre las cuales se encuentran los hispanos son un factor que juega en favor de Clinton, a diferencia del otro candidato, cuyo target electoral sería la clase media blanca trabajadora. Y él intenta además ampliarlo a afroamericanos e hispanos de clase media que son ciudadanos estadounidenses, o que residen legalmente y, que por tanto, tendrían la nacionalidad.


P: ¿Cómo podríamos explicar que a pesar de la política de inmigración de Trump haya hispanos y afroamericanos que aún vayan a dar su voto a Trump?

R: Es que contra los afroamericanos Trump no tiene nada, ni tampoco contra los hispanos ciudadanos de Estados Unidos. Otra cosa es con ciudadanos de cualquier raza, índole o condición que residen ilegalmente en los Estados Unidos, Trump no es racista ni xenófobo. La situación es que él considera que hay personas que residen ilegalmente que no deberían estar en EE.UU., eso se llama cumplir la ley anti inmigración de EE.UU.


"Trump no es racista ni xenófobo (...) no tiene nada en contra de los hispanos o de los afroamericanos."


Entonces el discurso de Trump puede ser transversal al decirle a algún afroamericano o hispano, “Voy a promover el asentamiento de empresas que te van a favorecer. Es más si consigo reducir el volumen de población que reside ilegalmente aumentará el número y la calidad del trabajo que puedo ofrecer”. Entonces aquí, un afroamericano que puede ver afectado su puesto de trabajo puede votar a Donald Trump si considera que esos argumentos son válidos. No es ni mucho menos una cuestión de razas. Todo el tema por el que Trump ha sido tan controvertido es en materia de inmigración ilegal, pero él no tiene nada en contra de los hispanos o de los afroamericanos.


P: El otro día escuchando a Iván Redondo, en Fort Apache, comentaba que gran parte del electorado hacia el que se dirige Trump, son todos aquellos ciudadanos estadounidenses que no suelen ir a votar y que lo que le faltaba era movilizar a todos esos que faltan, ¿usted cree que todas esas personas que usualmente no votan, va a ir votar?

R: Sí, sí parece que está consiguiendo movilizar enormemente a ese electorado. Si que lo está consiguiendo y de hecho, hay estados donde esa base, ese target electoral, está dando los estados a Donald Trump. Aparte es un electorado que no participa en encuestas tradicionalmente, no se siente a gusto participando en encuestas y por eso puede haber mejores resultados para el candidato de lo que indican algunas encuestas.


P: ¿Cree que la condición de mujer de Clinton la ayudará a conseguir la presidencia como pasó con Obama al ser el primer presidente negro en los EE.UU?


R: Sí, puede jugar en su favor. Hay un factor psicológico que juega en su favor, es la novedad, el sentimiento de que también, por fin, una mujer sea presidenta de los EE.UU como antes fue Obama, un afroamericano por primera vez. Aunque bueno, en la cultura estadounidense ha habido mujeres con importantísimas responsabilidades y afroamericanos con importantísimas responsabilidades.


P: Según las encuestas se dice que Hillary Clinton ganaría las elecciones, ¿Son estas realistas?


R: Como hemos dicho antes, los dos son candidatos que tienen un amplio índice de rechazo. El miedo a lo completamente desconocido que supone Trump juega en su contra, pero es verdad que hay mucho voto oculto en torno a él, porque la gente, primero, no participa en encuestas tan activamente como aquellos que votan a Clinton y, segundo, hay personas que no se sentirán a gusto, o no les gusta declarar abiertamente que votarán a Trump, entonces pienso que pueden ser unas elecciones disputadas. Pero Clinton tiene ventaja.


"Hay personas que no se sentirán a gusto, o no les gusta declarar abiertamente que votarán a Trump."


P: Respecto a los polémicos emails de Clinton, ¿cree que podrían dar un giro a las elecciones?


R: Desde luego le perjudica saber que EE.UU. ha tenido una Secretaria de Estado que no ha seguido los protocolos, absolutamente imprescindibles, de seguridad en la gestión del e-mail, habiendo utilizado un servidor privado en el cual se han podido producir filtraciones que afecten a la seguridad nacional. Desde luego no dicen mucho de ella como secretaria de estado y como persona que tenía las máximas responsabilidades en materia de política exterior, pero bueno, esto no es sino uno de los muchísimos escándalos y asuntos turbios que jalonan su vida política y la de su marido, uno de los peores presidentes de la historia de EE.UU.



P: Los medios apuntan a la buena relación que existe entre Trump y Putin, ¿Qué opinión le merece esta? ¿Cree, como denuncia EE.UU, que existe una interferencia del gobierno ruso para ayudar a Trump en campaña?

R: Bueno, ahora está de moda denigrar al presidente Putin que es un muy buen jefe de estado aunque ha cometido errores, particularmente el de Crimea, que a mi se me escapan las razones por las cuales ha podido cometer ese error.

Se intenta desde el bando demócrata vincular a Trump con Putin porque Putin está ahora mismo en el punto de mira por cómo ha actuado, y entonces se intenta poner a Trump como alguien próximo a Putin con intención de perjudicarle. Habrá que ver hasta qué punto el electorado entiende que esa relación puede perjudicarle.


"Tener el respeto o la amistad del presidente Putin no es mala cosa para ser presidente de EE.UU."

También lo que se podría hacer es relacionar claramente a la candidata Clinton con la casa de Saud de Arabia Saudí y a lo mejor por lo mismo que ella cuestiona la integridad política de Trump, cuestionarla a ella.


Los lazos con Putin están por demostrar, los lazos con Arabia Saudí ya están demostrados con la candidata Clinton y con todo el establishment político y financiero que Trump no tiene.

Para mí, tener el respeto o la amistad del presidente Putin no es mala cosa para ser presidente de EE.UU. Lo que es más peligroso a lo mejor es no tener ese respeto, respecto a la posición de Putin y la exsecretaria de estado.


P: Algunos medios tanto nacionales como internacionales califican estas elecciones como “un circo” ¿En qué medida cree que puede afectar esto en la visión que tengan otros respecto a EE.UU?

R: No creo que afecte mucho, si los demás Estados son actores racionales harán lo que tienen que hacer: no entrar en valoraciones ni adjetivos calificativos como pueden entrar algunos movimientos populistas o sectores minoritarios de la opinión pública contrarios siempre a Estados Unidos hagan lo que hagan. La mayoría de hombres y mujeres de Estado que dirigen sus respectivos países van a ser respetuosos con el resultado que salga, mantendrán las mejores relaciones posibles con el candidato que salga. Puede ser que en su fuero interno prefieran a uno o a otro pero si tú eres un hombre o mujer de Estado como tienes que ser, procurarán tener las mejores relaciones posibles con los Estados Unidos de América y el candidato que salga.


"Donald Trump será un presidente, si lo llega a ser, con alguna salida de tono, con algún discurso peculiar o algunos gestos que salgan del protocolo pero no mucho más de eso. Es difícil ser peor que Obama y él no lo va a ser."

Otra cosa es que algunos sectores minoritarios pero muy ruidosos siempre contrarios a todo lo que acontece en EE.UU y en su percepción de la sociedad global, aprovechen la situación de que un candidato particularmente controvertido y peculiar llegue al poder. Pero insisto en esa clasificación que yo hice de él como performer (actor), el presidente de EE.UU no tiene todo el poder que se le atribuye. Tiene que tener una relación constante y fluida con las Cámaras para sacar adelante su acción de gobierno y está mucho más restringido en política internacional de lo que podemos imaginar. Hay un comité partisano que marca las grandes líneas de la política exterior; y Donald Trump será un presidente, si lo llega a ser, con alguna salida de tono, con algún discurso peculiar o algunos gestos que salgan del protocolo pero no mucho más de eso. Es difícil ser peor que Obama y él no lo va a ser.



P: Se critica mundialmente la belicosidad predominante en la política internacional y la resolución de conflictos propuesta por Donald Trump. Sin embargo, Hillary Clinton como Secretaria de Estado no se caracterizó precisamente por su pacifismo y, de hecho, tuvo una política bastante intervencionista. ¿En qué considera que se diferenciaría la política exterior llevada a cabo por Hillary Clinton si llega a Presidenta de la de Donald Trump?


R: Un presidente de EE.UU. tiene un trabajo que hacer y sólo uno: cuando termina su administración, que EE.UU. siga siendo la hegemonía global. ¿Cómo conseguimos eso? Hay distintas fórmulas: Hillary Clinton va a mantener la acción individual. EE.UU. no es intervencionista, sino un elefante que se mueve como tal y esto se explica por la hegemonía. No pidamos que un elefante se mueva como una mariposa. Si interviene es porque su interés nacional adquiere la trascendencia de global y porque este ocurre en todas las partes del mundo.


Lo que dice Donald Trump no es que no va a intervenir sino que lo va a hacer en la visión que tiene él, más aislacionista, de una forma unilateral cuando lo requiera realmente el interés y la seguridad nacional. Pero también entiende que los países, que han optado por otros modelos socioeconómicos, y que han gozado hasta ahora de la seguridad que proveen los EE.UU tienen que ofrecer algo a cambio, que puede ser dinero o ceder influencia política. Pero habría que poner líneas rojas: Japón, Corea del Sur. EE.UU tiene que velar ante todo, y con todos sus medios, por su seguridad.


Pero repito que una vez en el poder todo se tamiza y no es como se plantea en campaña. Él está diciendo: “hay que reordenar el papel de EE.UU como proveedor de seguridad, hasta cuánto tiempo tenemos que encargarnos de la seguridad de Europa, cuando los europeos han tenido el tiempo y los medios, si no lo han hecho, ahora tendrán que entrar en una relación diferente con nosotros.”


¿Por qué? Porque el próximo campo de batalla es Asia, y los EE.UU están pivotando hacia allí, aparte de la zona de Gran Oriente, pero ellos sobre todo están poniendo los ojos en Asia y en el desafío que plantea la actitud hostil de China.

Así que Hillary va a mantener la tradicional política de Estados de EE.UU y Trump va a hacer lo mismo aunque con alguna variación en la forma.


P: El tema del TTIP (Tratado transatlántico de comercios e inversiones) está muy latente estos días, ha habido una manifestación recientemente y es calificado como “el tratado de Troya”. Este tratado provoca un profundo rechazo de la sociedad europea, por todos los supuestos/previsibles efectos negativos que supondría si se adoptara en el ámbito laboral, en el medioambiental… ¿Cómo cree que afectan estas elecciones a las negociaciones de este tratado?¿Lo determinará en algún aspecto dependiendo quién gane?


R: Trump parece tener dudas en cuanto a la naturaleza de estos tratados pero ni Trump ni nadie puede oponerse en la realidad. Hoy en día el mundo son relaciones económicas y comerciales, los grandes socios económicos y comerciales tienen que firmar estos tratados que son fuente de prosperidad. Y todas esas opiniones públicas a las que te refieres, muy dudosas pero minoritarias, no podrán detener la firma del TTIP, como ya se han firmado el Acuerdo Transpacífico (TPP). Una cosa es que esos tratados se someten a debates políticos pero no económicos, entonces ideológicamente no les gusta ese tratado porque uno de los firmantes es EE.UU; y otra cosa es que los tratados sean malos. En el entorno global, estos son pieza angular para nuestra prosperidad y no se puede ir en contra del progreso y la realidad.


Por tanto, Trump, que puede tener un discurso crítico con esos tratados, acabará aceptandolos, porque lo más que puede hacer es retrasarlos y que durante su administración no se lleven a cabo, pero ese tratado saldrá porque vendrá otro presidente o presidenta detrás y lo firmará. Esos tratados son una realidad inescapable. En realidad internacional, hay algo que es una variable obstinada y se llama “realidad”: si vas contra la realidad, navegarás en la realidad inventada y allí te hundirás.



P: En España, la Ley d’Hont favorece a los partidos más grandes y al bipartidismo. De modo aún más evidente, el bipartidismo está fuertemente implantado en EE.UU, ¿qué opinión le merece el sistema electoral estadounidense? ¿cree que es posible que el bipartidismo llegue a resquebrajarse allí?


R: El tema del presidente se saca por un sistema mayoritario simple, esto es, quien gana el Estado se lleva los delegados del Estado. Por ejemplo, al candidato libertario Johnson con este sistema le puede ir mejor. A mí me gusta más el sistema mayoritario, anglosajón, que el proporcional, quien gana el Estado se lo lleva todo, porque el otro puede ser fuente de inestabilidad. Aquí tenemos siempre un resultado claro y una mayoría clara en relación a la composición de las cámaras o la elección presidencial. Así se clarifican antes y mejor las cosas. Y EE.UU es un sistema que está mejor planteado que el nuestro, la sociedad civil participa más y se implica más hasta el punto de que hacen donaciones a los candidatos, aquí en España no sé cuánto es la última vez que habéis votado algo a un partido político: nunca, jamás, nada. De hecho, incluso los que están afiliados no pagan la cuota.


"Aquí, en España, no sería posible aplicar un sistema mayoritario porque hay una enorme resistencia por parte de quienes pierden sistemáticamente todas las elecciones."


Entonces, a mí me parece un sistema mejor que da oportunidades a todos los candidatos. ¿Qué sucede? Que la sociedad estadounidense se decanta por dos grandes partidos, que tienen la mayor parte de los apoyos, pero se presentan muchísimos. Aunque es difícil, tanto en un sistema proporcional como en uno mayoritario, que otras fuerzas puedan prosperar en elecciones presidenciales. Lo más que pueden ser es fuente de inestabilidad como estamos viendo ahora mismo en España, con un sistema mayoritario esta situación estaría resuelta desde hace un año con el Partido Popular ganando por mayoría absoluta las elecciones.


Aquí, en España, no sería posible aplicar un sistema mayoritario porque hay una enorme resistencia por parte de quienes pierden sistemáticamente todas las elecciones.


P: Volviendo al tema de las elecciones del próximo 8 de octubre y ya para terminar, ¿cree que tiene oportunidades reales de ganar el candidato del partido republicano?


Puede ganar, que es lo increíble de esta carrera electoral a estas alturas, puede ganar y la gente tiene el corazón en un puño, yo cero. Hay gente que sí, que está así, que piensa: ¿Qué va a hacer? Es imposible ser peor que Obama. No va a pasar nada. Cumplirá la ley anti inmigración y algo más. No puede hacer todo lo que ha dicho ni de lejos. Se adornará, tendrá un poco... las formas de Berlusconi si os acordáis, cuando era presidente de Italia. Dejando al margen lo que te pueda parecer Berlusconi, lo que es innegable es que le dio estabilidad institucional a Italia, cosa que no tenía desde la Segunda Guerra Mundial.


Si, le pierden las formas y le pierden sus escándalos sexuales pero, políticamente hablando, Berlusconi suma, porque da estabilidad institucional al país pero, ¿qué hace? le pierde el personaje y los escándalos sexuales completamente inaceptables e inapropiados para un presidente.


Cuando se dice que Trump usa ese lenguaje repugnante y sexista para referirse a las mujeres, lo hace en una conversación privada, pero igualmente es un lenguaje repugnante e inapropiado. Sin embargo, el que pasó de las palabras a los hechos fue el marido de Hillary Clinton, reconocido acosador, reconocido adúltero. Paga para que la gente se calle, pagó a Paula Jones, 800.000$ para que no hablara contra él. Este si que pasó de los hechos, este sí que es un acosador y aprovecha su situación de poder para cometer este tipo de hechos, abuso sexual, Monica Lewinsky.


Sí, no han grabado lo que decía en la intimidad de Monica Lewinsky, de Paula Jones… ahí vemos la diferencia de cómo se trata a uno y a otro, ¿no?


Los medios han creado una campaña inmensa contra Donald Trump. En España los medios están todos contra él, pero porque se desconocen muchas cosas de Donald Trump. Un empresario que crea empleo y crea riqueza de momento tiene mi respeto. No coincido con él en muchos aspectos porque no es conservador, fuera de eso, a mi no me asusta nada. Y, aunque sólo sea por provocar, que gane. Vamos a ver qué pasa, nos vamos a divertir.


P: Nos ha ofrecido usted un punto de vista diferente al que estamos acostumbrado a oír y leer normalmente.


Si, yo soy minoría absoluta en la universidad, hay mucha gente que piensa igual otra cosa es que se atrevan a decirlo. Pero hay mayoría silenciosa. Trump tiene mucha mayoría silenciosa.


En el caso de Nixon, uno de los mejores presidentes de la historia, de lejos, la opinión pública enormemente se manifestaba en su contra, sin embargo, en su reelección ganó a McGovern, el que montaba las manifestaciones donde se quemaban banderas de EE.UU. La mayoría es silenciosa.


"Trump tiene mucha mayoría silenciosa."


En España da mucho reparo declararse conservador y en EE.UU menos, pero si es verdad que el tema Trump asusta mucho, hay gente que votó al partido demócrata y al tener su puesto amenazado decide votar a Trump, pero esta gente no te lo dice. Esta gente no te lo va a decir porque evidentemente decir que votas a Trump...


Si viviera en EE.UU. siempre votaría al Partido Republicano, en esta ocasión también, pero más por el que sería vicepresidente, Mike Pence, que encaja perfectamente con mi ideario conservador y cristiano.

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