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L. Gualberto do Nascimento. "La política demográfica china: la trayectoria y fin del "hijo

Lucas Gualberto do Nascimento



1. LA POLÍTICA DEL HIJO ÚNICO COMO CONTROL DE NATALIDAD


El siglo XXI está marcado por el rápido crecimiento demográfico a nivel mundial. Mientras la mayor parte de los países desarrollados lograron contener el aumento poblacional, los países en vías de desarrollo han visto a sus habitantes doblar en números en las últimas cinco décadas. En tal contexto, China se destaca como el país más poblado a nivel mundial, con 1375 millones de habitantes en 2014 (ZHENWU, 2015). Hace tiempo que el nivel superpoblado chino es una cuestión nacional, especialmente después de la década de 1970, cuando fuertes políticas de control de natalidad fueron implantadas en el país por el régimen del PCCh.


La campaña de natalidad más seria del período maoísta, en la década de 1970, fue conocida por el lema “wan xi shao”, basada en tres pilares: los incentivos a matrimonios más tardíos, mayor intervalo entre los embarazos, y menos hijos. Tal política oficial fue incrementada con incentivos a intervenciones quirúrgicas, como implantaciones de DIUs, vasectomías, abortos y ligadura de trompas. Sin embargo, las fuertes disminuciones en la mortalidad infantil y el aumento de la esperanza de vida hicieron que la población continuara creciendo a un ritmo preocupante, lo que llevó al PCCh a introducir la política del “Hijo Único” (GOMÀ, op. cit.).


Después de la muerte de Mao, en 1976, los integrantes del PPCh favorables al control de natalidad ganaron fuerza, a partir del gobierno de Deng Xiaoping, en 1978. Con la lucha interna en el partido solucionada, la lucha contra la superpoblación se inició.


La Política de Planificación Familiar oficial, mundialmente conocida como “política del Hijo Único”, fue anunciada en 1 de enero de 1979, como respuesta a la grave cuestión demográfica china. Las parejas eran autorizadas a tener solamente un hijo, tanto las rurales como las urbanas, y así recibían el “certificado de hijo único”. Para garantizar la eficacia en la práctica, toda pareja en periodo fértil tenía acceso público a métodos anticonceptivos, abortos y esterilizaciones.


Con las críticas por sus métodos drásticos en los primeros años, a partir de la segunda mitad de la década de 1980 hubo cambios de estrategia. Para que la política no fuera un completo fracaso en el ámbito rural, que estaba duramente en contra del cumplimiento estricto de las medidas, algunas excepciones fueron creadas para amenizarla: autorizaciones para el nacimiento de un segundo hijo para familias rurales con una hija como primer vástago, y en las áreas urbanas si el primer hijo tuviera deficiencias o hubiera fallecido; las minorías del interior fueron autorizadas a tener dos hijos, pero la vigilancia gubernamental no se aplicaba de la misma forma que a los Han, ancha mayoría étnica en China continental, siendo menos estricta para los primeros.


A partir de 2001 las políticas de control familiar se reforzaron aún más, tanto en materia de empleados de las agencias de fiscalización y propaganda oficial, como en normas jurídica, a pesar de los resultados satisfactorios en mantener la población total debajo de los 1400 millones hasta 2010.


2. EL CAMBIO DE ESTRATEGIA: EL ADIÓS AL “HIJO ÚNICO”


En octubre de 2015, el PCCh anunció el fin del apoyo a la política conocida como de “Hijo Único”, iniciada 35 años antes. En el plan quinquenal de 2016-2020, la medida será sustituida por otra “[…] que permita a cada pareja tener dos hijos como respuesta proactiva al envejecimiento de su población” (DOMINGO; PÉREZ, 2016). Como respuesta al rápido envejecimiento poblacional el control de natalidad pasó a ser visto como una amenaza ya que las tasas de fecundidad fueron drásticamente reducidas en pocas décadas: de cerca de 5,5 hijos por mujer en 1970 a poco más que 1,5 hijos en 2010.


Gráfico 1: Tasas de fecundidad (hijos por mujer) comparadas entre Malasia, Irán, China, Tailandia, Singapur y Corea del Sur, de 1965 hasta 2010. Se nota el drástico cambio hecho por el control de natalidad en China.

Fuente: Banco Mundial, 2016.


Sin embargo, lo que se puede analizar a partir de la comparación con los otros países del gráfico es que el control de natalidad chino no es la única solución para problemas de sobrepoblación. Otros países con tasas de fecundidad superiores a las de China, como Irán o Tailandia, redujeron su número de hijos por mujer a una velocidad parecida, pero con distintas prácticas. La especificidad china fue el papel político y social del PCCh en la conducción del proceso.


Como respuesta al aumento de la población anciana, superior a los 64 años, que representan un 17% de los chinos, el gobierno local ha renunciado a la política del “Hijo Único” como intento de mantener el nivel poblacional como el actual y retardar su disminución, que parece inevitable con la continua mejora de las condiciones sanitarias, la esperanza de vida, ya próxima de los 80 años, y las bajas en la fecundidad (DOMINGO; PÉREZ, op. cit.). Tal situación es evidente en los gráficos siguientes.

Gráfico 2: Población total, en miles de personas, con efecto comparativo entre China, India, África y Europa. Se observa cómo actualmente China y Europa están en su auge demográfico, con tendencias al descenso en las próximas décadas, y cómo India, y principalmente el continente africano, serán las siguientes potencias demográficas en este siglo.

Fuente: DOMINGO; PÉREZ, 2016.


Gráfico 3: Previsión para la población china, en escala de 100 millones, repartida por edad, hasta 2050. Es posible ver como destaques el año 2020, cuando la población anciana es prácticamente igual a la joven; y el año 2035, cuando se estima que la primera sea el doble de la última.

Fuente: ZHENWU, 2015.


3. EFECTOS ECONÓMICOS DE LA DEMOGRAFÍA EN LA CHINA GLOBALIZADA


China es el país con más rápido crecimiento a nivel mundial desde que las reformas económicas de Xiaoping fueron implantadas. Desde 1979 el país asiático se mantuvo con tasas de crecimiento anuales superiores a los 10%, convirtiéndose en uno de los principales polos de crecimiento económico a nivel global.


Según la clasificación del Banco Mundial (2015), su PIB es el segundo más alto a nivel mundial, con US$11 billones, y en constante crecimiento. Es responsable de un 14,8% de la economía global y representa un 18,6% de la población del mundo, de acuerdo con las Naciones Unidas (2015). Como principales elementos responsables del crecimiento económico sostenido de las últimas décadas, Wang (op. cit.) señala:


a) La economía de mercado como principio desde la década de 1990, adaptada por el PCCh al contexto político-económico chino;

b) China como el principal productor mundial de manufacturas;

c) La agricultura mecanizada, lo que tiene como resultado grandes niveles de productividad;

d) Inversiones en infraestructura, principalmente ferrovías, carreteras, puertos y aeropuertos, así como la red de producción y distribución eléctrica;

e) Bajas condiciones de protección laboral y social, lo que incentiva a grandes corporaciones a disminuir sus costes y a producir en China para exportar;

f) Economía abierta a la inversión de capital internacional, actividad de empresas extranjeras y gran mercado consumidor;

g) Inversiones en tecnología, importación masiva de materias primas y desarrollo del trabajo intensivo en la industria.


Los elementos anteriores son los aspectos económicos que ejercen una influencia sobre la población, principalmente los relacionados con el perfil de producción. La intensa utilización de mano de obra industrial contribuye a bajar los niveles de paro, que se mantienen por debajo del 4,3% por más de una década (Trading Economics, 2016). Sin embargo, la atracción de empresas extranjeras para mantener sus plantas industriales en China, y por tanto, el nivel de empleo, depende de las escasas condiciones laborales mantenidas por el gobierno.

Siguiendo con Wang (op. cit.), el autor destaca como principales aspectos demográficos en relación con la economía china los siguientes:


a) El explosivo crecimiento demográfico en China llevó a la seguridad alimentaria y la producción agrícola a ser temas esenciales para el gobierno y la sociedad;

b) El crecimiento demográfico chino y el crecimiento de la economía trajeron estímulos para los inversores;

c) La conformidad del Planeamiento Familiar con la Reforma de Apertura económica hizo que el crecimiento poblacional entrara en consonancia con el crecimiento económico;

d) La población migratoria, venida en el sentido oeste-este, ha contribuido a la urbanización y concentración demográfica a lo largo del litoral chino;

e) Las continuas bajas en la tasa de mortalidad infantil y las constantes mejoras en la esperanza de vida trajeron buenas condiciones para el crecimiento poblacional y económico;

f) La magnitud de la población china trae efectos desafiadores para los planes educacionales, visto que los presupuestos públicos no son suficientes para abarcar a toda la población;

g) La intensa actividad humana en las zonas más pobladas ha intensificado los problemas ambientales, así como serias enfermedades respiratorias debidas a la contaminación, l alluvia ácida frecuente y la falta de recursos hídricos limpios; las estimativas de perjuicio económico con la contaminación en China llegan a ser del 7% a 10% del PIB anual.


A partir del análisis de tales aspectos, es posible observar que tanto la política económica como los fenómenos demográficos y poblacionales se influencian mutuamente, y que los dos deben tener políticas públicas en común, de modo que se complementen.


3. CONCLUSIONES

Cuando la política de control de natalidad conocida como “Hijo Único” fue implantada en China, el país era básicamente agrario, rural y pobre desde el punto de vista económico. El control del crecimiento poblacional por parte del gobierno era visto como necesario para mantener el crecimiento económico del país a largo plazo, así como el control social y político interno.


A lo largo de las décadas pos-Mao Zedong, bajo el gobierno de Deng Xiaoping, las reformas económicas junto al control de natalidad trajeron un aumento del nivel de renta de gran parte de los chinos, que hoy tienen la mayor población de clase media a nivel mundial. Las mejoras económicas hicieron que el desarrollo viniera acompañado de mejoras en la calidad de vida en China, especialmente en las zonas urbanas.


En el siglo XXI, con el cambio del perfil poblacional – la mayor parte viviendo en ciudades – y el envejecimiento cada vez más notable, la fertilidad en China ha caído a niveles por debajo del mantenimiento poblacional (de 2,1 hijos por mujer); este contexto hizo que las proyecciones apunten que para la década de 2020 se dará el auge de la población china, y a partir de entonces, su lenta disminución.


Además de los conocidos desafíos para estimular la economía y controlar la demografía expuestos anteriormente, la interacción entre los dos fenómenos genera nuevos aspectos que deben tener la debida atención de los dirigentes chinos: las consecuencias ambientales de un rápido proceso de industrialización y urbanización son evidentes en los principales centros económicos y traen como consecuencia complicaciones para el acceso a agua potable y enfermedades debidas a la grave contaminación del aire; los costes sanitarios y sociales provenientes del envejecimiento notable de la población; y la creación de suficientes puestos de trabajo para una economía cada vez más enfocada en la tecnología.



 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


ARNOLD, F.; LIU, Z. Sex Preference, Fertility and Family Planning in China. Population and Development Review, 1986, vol. 12, n. 2, p. 221-246.


Consejo Empresarial Brasil-China. China opta por mercado interno e cresce ‘só’ 9,2% . Rio de Janeiro : Monitor Mercantil, 2012.


Trading Economics. China unemployment rate, 2002-2017 . Nueva York: Trading Economics, 2017.


DOMINGO, Andreu; PÉREZ, Julio. Adiós a la política del hijo único en China. Universidad Autónoma de Barcelona, 2016.


Banco Mundial. GDP growth (anual %) . Washington: World Bank national accounts data, 2015.


GOMÀ, Daniel. No más niños: Análisis y balance de la política china del hijo único treinta años después de su implantación. Scripta Nova, vol. 15, n. 348, Universidad de Barcelona, 2011.


CIA. The World Factbook. Washington: CIA, 2016.


WANG, Rui. O problema da demografía chinesa. ISCSP, Universidade de Lisboa, 2011.


Naciones Unidas. World Population Prospects ,the 2015 revision . Nueva York: United Nations Department of Economic and Social Affairs, Population Division, Population Estimates and Projections Section, 2015.


ZHENWU, Zai. Ageing population in China: Trend, process and character. School of Sociology and Population Studies, Renmin University of China, 2015.


Anuario estadístico de China. Zhongguo tongji nianjian, 2002. Pekín: Zhongguo tonji chubanshe, 2002.

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