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O. del Río. "Siria: la destrucción de un patrimonio cultural histórico"

Omar del Río

La guerra en la que está inmersa Siria desde hace ya algo más de un lustro está acabando para siempre con siglos de historia de diversas civilizaciones. Desde la entrada a escena de Al-Nusra, filial de Al-Qaeda en la zona, ISIS y otros grupos yihadistas, el conflicto se ha recrudecido exponencialmente, asolando monumentos, restos arqueológicos y ciudades históricas. Tanto allí como en Iraq, se ha perdido un buen pedazo de la historia. Y el daño es irreparable.


Alepo, la ciudad más grande del país, ha sido escenario de enfrentamientos violentos entre partidarios de Bachar Al Asad y detractores de lo más variado -desde opositores moderados a yihadistas-, sufriendo así las consecuencias del conflicto. La Gran Mezquita Omeya, construida en el año 715, y especialmente su minarete, terminado en el s. XI, han quedado devastados. Uno de los templos más importantes del islam medieval que se llevó por delante la guerra en 2013:


Gran Mezquita Omeya de Alepo antes del ataque. Fotografía: Pedro Cantero. (24 abril 2013).

La mezquita de Alepo, un día después de los ataques del ISIS. Fotografía: www.elperiodico.com (25 abril 2013).

Además de la Gran Mezquita Omeya, la ciudad antigua de Alepo, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1986, también ha quedado asolada por la guerra. El zoco y la ciudadela, dos de sus más emblemáticos lugares, son ahora un montón de ruinas.


Esta noticia audiovisual de la CNN, del 26 de febrero de 2016, muestra cómo ha quedado la ciudad:



Otro vídeo posterior, emitido por Russia Today el 11 de diciembre y con la ciudad bajo control de las tropas de Al Asad, ofrece una panorámica de Alepo a vista de dron:



En los límites de la provincia de Homs se hallan los restos de la ciudad romana de Palmira, provincia del Imperio romano desde el siglo I d. C., y que llegó a constituir un importante reino en Oriente Próximo.


En 2015, el autodenominado Estado Islámico entró en la histórica ciudad e hizo detonar explosivos en tres tumbas-torre, el Templo de Bel y el Arco de Triunfo. Unos hechos que fueron calificados como “crimen de guerra” por la UNESCO. La recuperación del lugar por Al Asad han dejado a la vista lo que ya son ruinas derruidas:

Palmira, tras la retirada del ISIS. Fotografía: elpais.com (difundida por la agencia de noticias siria SANA). Para ver más imágenes, aquí.

Así es como se ve Palmira, a vista de dron, cuando las tropas leales al régimen recuperan el lugar, en marzo de 2016, en un vídeo difundido por la agencia de noticias Associated Press:

Bosra contenía el teatro romano más grande de Oriente Próximo, datado del s. II. Durante la época del Imperio romano, fue capital de la provincia de Arabia. Su ciudad vieja es, además, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980. Fue destruida en febrero de 2012 durante la guerra, y en 2015 la ciudad fue tomada por las tropas rebeldes, provocando mayor deterioro en los restos. Hechos que fueron condenados inmediatamente por la UNESCO.


El teatro romano de Bosra, antes de que la guerra acabara con él. Fotografía: www.reuter.net

En otras ciudades como Raqqa o Maarat al Numan, los edificios más dañados han sido principalmente las mezquitas. Este mapa interactivo, elaborado por el diario ABC, nos muestra los principales lugares que se ha llevado por delante el conflicto, tanto en Siria como en Iraq. Estos son solo algunos ejemplos de los estragos que ha causado la guerra de Siria: la destrucción de un patrimonio de cientos de años de historia.


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